De los contrabandistas y forajidos del siglo XIX algo quedó en el recuerdo colectivo de las bravas gentes de la Ribera salmantina. La guerra civil española, por varias causas, no fue aquí muy dramática, pero algunas familias sí que lo pasaron mal.
A las rondas fascistas requisando gentes en los días posteriores al 18 de julio, se logró evitar su requisación gracias a gentes como el párroco de Aldeadávila de la Ribera, Don Blas que se negó a facilitar nombres o negaría actividades.
Al igual que ocurrió en episodios históricos anteriores -como la ocupación lusa de nuestro territorio fronterizo entre 1640 y 1642- algunos se escondieron largo tiempo en las cuevas de las arribes junto al Duero, como el caso de Pereña de la Ribera, y otros iban alternando de casita en casita, en las peñas de La Jara de Aldeadávila de la Ribera, como "Luis el de la Cerralbina". En la fachada lateral norte del Santo Cristo hay un grabado con la dramática fecha de 1936.
Se cuenta que en Aldeadávila, murieron 7 personas.
Otro día os cuento la rocambolesca historia del perseguido en PEREÑA DE LA RIBERA. SALAMANCA.
A las rondas fascistas requisando gentes en los días posteriores al 18 de julio, se logró evitar su requisación gracias a gentes como el párroco de Aldeadávila de la Ribera, Don Blas que se negó a facilitar nombres o negaría actividades.
Al igual que ocurrió en episodios históricos anteriores -como la ocupación lusa de nuestro territorio fronterizo entre 1640 y 1642- algunos se escondieron largo tiempo en las cuevas de las arribes junto al Duero, como el caso de Pereña de la Ribera, y otros iban alternando de casita en casita, en las peñas de La Jara de Aldeadávila de la Ribera, como "Luis el de la Cerralbina". En la fachada lateral norte del Santo Cristo hay un grabado con la dramática fecha de 1936.
Se cuenta que en Aldeadávila, murieron 7 personas.
Otro día os cuento la rocambolesca historia del perseguido en PEREÑA DE LA RIBERA. SALAMANCA.