Palacete del casco histórico de VILAGARCÍA DE AROUSA (Pontevedra)
A una pobre anciana, que vive en un inmueble histórico del centro de Santiago de Compostela, una osccura trama de constructor y cargos oficiales la despojan de todos sus bienes, y la obligan a vivir en un centro como "incapacitada": así por las buenas.
Pero qué injusticias se cometen todavía en pleno siglo XXI. Injusticias.
Lean el recorte porque no tiene desperdicio.
"SIN RASTRO DEL PATRIMONIO.
La Xunta de Galicia afirma al juez que desconoce el paradero de los bienes presuntamente expoliados a una falsa incapacitada.
Los responsables desde 2002 de la Fundación Gallega para la Tutela de Adultos (FUNGA), dependiente de la Consellería de Traballo, declararon el día 16 de octubre como imputados en el juicio civil promovido por Mercedes Rodríguez Mouríz, una anciana de Vilagarcía de Arousa que fue incapacitada por error y que ahora reclama a la institución -FUNGA- la devolución de sus bienes.
Ninguno de los tres directivos pudo aclarar las cuentas de los depósitos bancarios que manejaron como tutores de la mujer, ni el paradero de los muebles y enseres que se encontraban en el domicilio en el que residía la anciaana cuando fue desalojada por la Policiía Nacional, en octubre de 2002.
Tras ser declarada incapacitada, la Justicia autorizó la venta del edificio hasta que en 2006 el juez rectificó y la declaró capacitada de nuevo. Pero cuando Mercedes Rodríguez regresó a su casa se encontró que el edificio de su propiedad había sido demolido y reconstruido.
Tampoco el promotor de las obras, ni el arquitecto técnico aclararon ante el juez las presuntas irregularidades denunciadas por la demandante sobre la venta del edificio, por el que se pagó oficialmente 55.000 € y un piso de 60 metros cuadrados, así como el paradero de la piedra de la fachada, que es otra incógnita. Pero un informe pericial advirtió un desfase sobre el precio del solar, cuyo valor real se tasó en 550.000 €.
La Xunta de Galicia citó como testigo al primer juez del caso, ahora destinado en A Coruña, José Antonio Vázquez Taín. A preguntas del abogado de la FUNGA, descartó cualquier ilegalidad en la declaración de incapacidad de la anciana y que ésta se basó en informes forenses. El juez insistió en que durante su reclusión en un centro de salud, la mujer había estado bien alimentada y atendida, pero no aludió a la venta de sus bienes.
Mercedes Rodríguez ratificó su denuncia y dijo que sólo pretendía recuperar sus propiedades, respondiendo a la pregunta que le formuló su abogado. La representante legal de la Xunta ni siquiera la interrogó.
El juicio quedó visto para sentencia tras un largo proceso judicial que se prolongó durante los últimos seis años. El caso derivó en una demanda civil contra la Administración autonómica que fue admitida en mayo de este año, después de que la FUNGA fuera requerida en varias ocasiones para que procediese a la devolución de las propiedades en litigio.
En contra de su voluntad, Mercedes Rodríguez no sólo fue desalojada de su domicilio, sino que pasó casi tres años de su vida internada en un centro psiquiátrico en Beariz (Orense).
Uno de sus primos, que vive en Santiago de Compostela, inició su búsqueda cuando fue a visitarla y se topó con la casa demolida".
Como dice el dicho: ¡INCREÍBLE, PERO CIERTO!, con la aquiescencia de un número de personas, a una pobre anciana se le despoja de todos sus bienes, y se le interna como "incapacitada", todo ello en contra de su voluntad...
Un caso espeluznate, que se describe paso a paso en una demanda de 54 folios, y que tendrá que resolver un juzgado de Santiago y tendrá que determinar el grado de responsabilidad penal en la que pudieron incurrir los representantes de Funga, así como el resto de las personas, incluyendo jueces y fiscales que acordaron su "incapacitación" e intervinieron activamente en la venta de SU PATRIMONIO.
Desde el año 2004, Mercedes emprendió una cruzada ante los Tribunales pidiendo JUSTICIA. En octubre de 2002, alegando que el edificio no estaba en buen estado, y que había heredado de sus padres, dos policías la sacaron de su casa, a la que ya nunca más la dejaron regresar. La llevaron al juzgado nº1 de VILAGARCÍA DE AROUSA, donde se inicia la declaración de SU INCAPACIDAD, sin el dictamen vinculante del médico forense, quien sorprendentemente, no la reconocería hasta dos meses después.
Para la defensa de Mercedes, que tenía 80 años cuando LA SACARON DE SU CASA- ahora casi cuenta 90 años-, el episodio "más escandaloso" se produce cuando se celebra el juicio con el que la declararon INCAPAZ, a pesar de que no compareció ni el letrado de la Xunta de Galicia, ni ningún representante de Funga (que actuaba supuestamente como su defensora judicial), ni el médico forense.
Tampoco se comprende cómo se promovió un proceso sobre la base de que no se conocía la existencia de familiares, cuando posteriormente se ha demostrado que era falso.
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