Éste es el primero de los artículos del poeta y novelista nuestro, José Miguel Ullásn que os prometí. Ullán estuvo colaborando con el diario "EL PAÍS" desde junio de 1978 hasta junio de 2006.
En su aguda e inteligente visión destacan todos los temas de actualidad, y cómo no, su bellísima tierra natal y juvenil. Pienso que el verano de 1997 lo pasó en Villarino de los Aires (ARRIBES DEL DUERO, SALAMANCA), y a partir del 5 de setiembre de aquel año escribe la triología llamada "Turismo Rural".
Documental VILLARINO 2011, de Luis Falcón. Editado por Salamanca24horas.com
Sobrado de una casa tradicional en Villarino
Para que puedas leerte online todos los artículos de JM Ullán, pincha en este enlace:
http://elpais.com/autor/jose_miguel_ullan/a/12
Turismo Rural (1)- José Miguel Ullán, 5 de setiembre de 1997 (El PAÍS.com)
"A Cristina Rodríguez-Salmones, in memóriam. La entrada, igual que tantas otras noches vencidas, a la casa hoy por todos abandonada: de puntillas, en plena oscuridad, desde el frío pocero de la planta baja al calor tolerable del piso de arriba. Con la certera sensación, palpando las paredes descascarilladas, de ser la única cosa que él no logró jamás hacer del todo mal.
Cuerda invisible para un teatro de sombras. Y ahora mismo, por fin, la eclosión del sentido, algo oxidado, de la antigua ley en familia:
"¡No nos vayas a despertar!" Se nos cierran los ojos por costumbre; ya no haría falta. Mientras tanto, Mabel Lozano está que se sale.
Se terminó el baile en la plaza, cerraron discotecas, bares y chiringuitos. De maneceida, vuelven mozas y mozos a sus peñas: "Ahí vivió Juan Garrito antes de irse a Logroño..."
Adiós, austero y comprensivo, a nuestra idea relativa de pegar una cabezada, o de "echar una pestañita", que es la manera suave de decir eso mismo en México. Apogeo y declive, a cielo abierto, de obscenidades y blasfemias. Espesa vomitona de la que fue difícil conquista, en un país católico y franquista, para colmar "las ocasiones debidas": la rabia, la pasión, la hora de la muerte. ¿Sobraba, una vez más, la finalidad?. En cualquier caso, tampoco los beatos se asombraban: "Estamos en fiestas".
Mientras tanto, Alejandra Prat se enamora de un joyero cordobés.
Una charanga de abuelos animosos, los Marinos de León, retumba en cada esquina la aldea, para que así sepamos que seguimos (tarara-papa-chunchún/ tarara-papa- chunchún) en la desenvoltura de las fiestas.
Charanga los Marinos de León, en el año 2007 en un pueblo cercano (Aldeadávila de la Ribera, video de Daniel Sierra).
Las horas y las medias de la campana del ayuntamiento. Primeros escobazos en las calles y primeras palabras, indirectas: "¿Vas párriba?"
Un turista escandinavo, que ni siquiera me devolvió el saludo al llegar anoche a la barra de La Extremeña, anota, tan temprano, en su vieja libreta de tapas color malva: "No deja de resultar curioso que, en tiempos de respeto algo envarado a cuanto se reclama del silencio, aquí sigan estando convencidos de que sólo es creíble lo festivo cuando esto hace del ruido su argumento esencial".
Mientras tanto, el hijo de Paloma Lago cumplió un año.
Algarabía del encierro: campanadas a rebato y chillidos llegan hasta Portugal. Un toro, herido en el momento de desenjaularlo, a mitad del trayecto se queda inmóvil, insensible a los improperios, a los pañuelos y a las mantas.
("Y de trapu, de trapu, de trapu/ y de trapu la manta será..."
El turista escandinavo, que no debe de haber podido dormir ni media hora, dibuja con realismo expeditivo a la agónica bestia: "Hastío, cagalera y sangre". Se olvida de las moscas, gordezuelas, tenaces y mordedoras. Esto lo observa, en cambio, uno de Fermoselle: "Aquí siempre habéis tenido unas moscas de concurso".
Encierro tradicional en Villarino de los Aires, 2012. Fuente: Diario Las Arribes al Día.
Mientras tanto, Marta Sánchez se deshace de su perro, regalo de Isabel Gemio.
El apodo tribal, el mote, como sola señal identificadora. Eso sí, entre tartas heladas en el quiosco, cremas protectoras al borde de la piscina y un montanal de electrodomésticos en la despensa. Al internarse por la espesura medio cibernética de cualquier callejón, acabará sonando una voz amiga que pregunte a conciencia.
"¿A que no te acuerdas de mí?" Y, dado que a menudo da en el clavo, el resto, por ejemplo, se resume así: "Hombre, soy Topo. Vivo en Lérida, me hice guardia civil, ahora estoy retirado. ¡Hará 40 años que tú y yo no nos veíamos! ¡O más! Pues vengo ahora de ahí, de la farmacia, porque el otro día, antes de venir, en un huerto que tengo allí, me rocé con una tomatera y mira cómo me he puesto esta pierna...". Y áquel, que tenía por manía infantil sacar lúbricamente la punta de la lengua, él mismo y de rebote, regresa ahora, de nuevo, al descubierto, afable, 40 años después, o más, levantándose el pantalón, y mostrando una llaga en la pantorrilla.
Mientras tanto, Carmina Ordóñez y Ernesto Neyra se dan un revolcón en alta mar.
A la hora del mediodía, cuando el reloj marca las tres, madres hasta el moño, con la energía de la desesperación, aguardan fuma y fuma, ante la ensaladilla rusa, que el elemento joven se levante de una puñetera vez de la cama, aunque sea para decirles: "Joder, mamá, es que en el pueblo te pones neura con el papeo! Estamos en fiestas..."
Mientras tanto, al turista escandinavo, que empieza a adormilarse sin remedio sobre el tapete floreado de la mesa camilla, alguien le grita en plan simpático:
"¡Coño, chaval, alégrame el careto! Ni que estuviéramos en Argelia..."
una interesante visión de las fiestas de VILLARINO, por JOSÉ MIGUEL ULLÁN. Contrapone la visión de los lugareños, representada por "Es que estamos en fiestas" -lo que les da pie a poder hacer de todo- a la visión de un turista escandinavo, que se aloja en un Centro de Turismo Rural de VILLARINO y que se va asombrando, y sorprendiendo por casi todo, cansado, derrotado, no entiene nada...anota en su libreta todo lo que le sorprende, y es mucho! ULLÁN se comporta neutro, viendo las posturas de ambos extremos...está basada en una experiencia real de una noche de San Roque, el escandinavo, realmente existió...
Me comenta LUIS FALCÓN, también escritor villarinense, y gran amigo de ULLÁN, que este artículo, que publicaría en 3 partes, fue escrito en Villarino.
Quedaban los dos amigos muchas veces con Jesús Duque, en locales como LA EXTREMEÑA, CORCHO, étc. LA EXTREMEÑA está nombrada en este artículo...
En su aguda e inteligente visión destacan todos los temas de actualidad, y cómo no, su bellísima tierra natal y juvenil. Pienso que el verano de 1997 lo pasó en Villarino de los Aires (ARRIBES DEL DUERO, SALAMANCA), y a partir del 5 de setiembre de aquel año escribe la triología llamada "Turismo Rural".
Documental VILLARINO 2011, de Luis Falcón. Editado por Salamanca24horas.com
Sobrado de una casa tradicional en Villarino
Para que puedas leerte online todos los artículos de JM Ullán, pincha en este enlace:
http://elpais.com/autor/jose_miguel_ullan/a/12
Turismo Rural (1)- José Miguel Ullán, 5 de setiembre de 1997 (El PAÍS.com)
"A Cristina Rodríguez-Salmones, in memóriam. La entrada, igual que tantas otras noches vencidas, a la casa hoy por todos abandonada: de puntillas, en plena oscuridad, desde el frío pocero de la planta baja al calor tolerable del piso de arriba. Con la certera sensación, palpando las paredes descascarilladas, de ser la única cosa que él no logró jamás hacer del todo mal.
Cuerda invisible para un teatro de sombras. Y ahora mismo, por fin, la eclosión del sentido, algo oxidado, de la antigua ley en familia:
"¡No nos vayas a despertar!" Se nos cierran los ojos por costumbre; ya no haría falta. Mientras tanto, Mabel Lozano está que se sale.
Se terminó el baile en la plaza, cerraron discotecas, bares y chiringuitos. De maneceida, vuelven mozas y mozos a sus peñas: "Ahí vivió Juan Garrito antes de irse a Logroño..."
Adiós, austero y comprensivo, a nuestra idea relativa de pegar una cabezada, o de "echar una pestañita", que es la manera suave de decir eso mismo en México. Apogeo y declive, a cielo abierto, de obscenidades y blasfemias. Espesa vomitona de la que fue difícil conquista, en un país católico y franquista, para colmar "las ocasiones debidas": la rabia, la pasión, la hora de la muerte. ¿Sobraba, una vez más, la finalidad?. En cualquier caso, tampoco los beatos se asombraban: "Estamos en fiestas".
Mientras tanto, Alejandra Prat se enamora de un joyero cordobés.
Una charanga de abuelos animosos, los Marinos de León, retumba en cada esquina la aldea, para que así sepamos que seguimos (tarara-papa-chunchún/ tarara-papa- chunchún) en la desenvoltura de las fiestas.
Charanga los Marinos de León, en el año 2007 en un pueblo cercano (Aldeadávila de la Ribera, video de Daniel Sierra).
Las horas y las medias de la campana del ayuntamiento. Primeros escobazos en las calles y primeras palabras, indirectas: "¿Vas párriba?"
Un turista escandinavo, que ni siquiera me devolvió el saludo al llegar anoche a la barra de La Extremeña, anota, tan temprano, en su vieja libreta de tapas color malva: "No deja de resultar curioso que, en tiempos de respeto algo envarado a cuanto se reclama del silencio, aquí sigan estando convencidos de que sólo es creíble lo festivo cuando esto hace del ruido su argumento esencial".
Mientras tanto, el hijo de Paloma Lago cumplió un año.
Algarabía del encierro: campanadas a rebato y chillidos llegan hasta Portugal. Un toro, herido en el momento de desenjaularlo, a mitad del trayecto se queda inmóvil, insensible a los improperios, a los pañuelos y a las mantas.
("Y de trapu, de trapu, de trapu/ y de trapu la manta será..."
El turista escandinavo, que no debe de haber podido dormir ni media hora, dibuja con realismo expeditivo a la agónica bestia: "Hastío, cagalera y sangre". Se olvida de las moscas, gordezuelas, tenaces y mordedoras. Esto lo observa, en cambio, uno de Fermoselle: "Aquí siempre habéis tenido unas moscas de concurso".
Encierro tradicional en Villarino de los Aires, 2012. Fuente: Diario Las Arribes al Día.
Mientras tanto, Marta Sánchez se deshace de su perro, regalo de Isabel Gemio.
El apodo tribal, el mote, como sola señal identificadora. Eso sí, entre tartas heladas en el quiosco, cremas protectoras al borde de la piscina y un montanal de electrodomésticos en la despensa. Al internarse por la espesura medio cibernética de cualquier callejón, acabará sonando una voz amiga que pregunte a conciencia.
"¿A que no te acuerdas de mí?" Y, dado que a menudo da en el clavo, el resto, por ejemplo, se resume así: "Hombre, soy Topo. Vivo en Lérida, me hice guardia civil, ahora estoy retirado. ¡Hará 40 años que tú y yo no nos veíamos! ¡O más! Pues vengo ahora de ahí, de la farmacia, porque el otro día, antes de venir, en un huerto que tengo allí, me rocé con una tomatera y mira cómo me he puesto esta pierna...". Y áquel, que tenía por manía infantil sacar lúbricamente la punta de la lengua, él mismo y de rebote, regresa ahora, de nuevo, al descubierto, afable, 40 años después, o más, levantándose el pantalón, y mostrando una llaga en la pantorrilla.
Mientras tanto, Carmina Ordóñez y Ernesto Neyra se dan un revolcón en alta mar.
A la hora del mediodía, cuando el reloj marca las tres, madres hasta el moño, con la energía de la desesperación, aguardan fuma y fuma, ante la ensaladilla rusa, que el elemento joven se levante de una puñetera vez de la cama, aunque sea para decirles: "Joder, mamá, es que en el pueblo te pones neura con el papeo! Estamos en fiestas..."
Mientras tanto, al turista escandinavo, que empieza a adormilarse sin remedio sobre el tapete floreado de la mesa camilla, alguien le grita en plan simpático:
"¡Coño, chaval, alégrame el careto! Ni que estuviéramos en Argelia..."
una interesante visión de las fiestas de VILLARINO, por JOSÉ MIGUEL ULLÁN. Contrapone la visión de los lugareños, representada por "Es que estamos en fiestas" -lo que les da pie a poder hacer de todo- a la visión de un turista escandinavo, que se aloja en un Centro de Turismo Rural de VILLARINO y que se va asombrando, y sorprendiendo por casi todo, cansado, derrotado, no entiene nada...anota en su libreta todo lo que le sorprende, y es mucho! ULLÁN se comporta neutro, viendo las posturas de ambos extremos...está basada en una experiencia real de una noche de San Roque, el escandinavo, realmente existió...
Me comenta LUIS FALCÓN, también escritor villarinense, y gran amigo de ULLÁN, que este artículo, que publicaría en 3 partes, fue escrito en Villarino.
Quedaban los dos amigos muchas veces con Jesús Duque, en locales como LA EXTREMEÑA, CORCHO, étc. LA EXTREMEÑA está nombrada en este artículo...