En los primeros años 50 del siglo pasado, justo cuando empezaba a crecer el número de trabajadores que tenía emplazados en la obra del salto de Aldeadávila, la empresa Saltos del DUERO, antecesora de la actual IBERDROLA,S.A. era frecuente disfrutar de días de campo en las Arribes de Aldeadávila: una bota de vino, longanizas, hornazo, y algo de fruta, y de caminata. Los días de paseo por las Arribes, por aquellos difíciles caminos eran en domingo, el único día festivo semanal, y además, sin los obreros de la Presa de Aldeadávila, siempre tan ajetreados...
Primeros años 50: excursión a las ruinas del Convento de La Verde. se aprecian dos muros en escuadra, y una chumbera
Cascadas y peñascos junto al actual emplazamiento de la Presa de Aldedávila: lugar mítico donde trascurrieron historias increíbles como "EL SALTO DEL CABALLERO" y "EL SALTO DEL GITANO".
Fuente de las fotografías: Libro de Fiestas de Aldeadávila de la Ribera, año 2001.
Editora: Ayuntamiento de Aldeadávila.
El lecho de la Presa de Aldeadávila de la Ribera, casi listo para comenzar la descarga de hormigón. Los trabajadores llamaban a este montículo de 600 metros: "El Basto"