Debido a la crisis de los viñedos en las zonas vitivinícolas del Duero: la Ribera del Duero- ARRIBES, ahora- y el Douro portugués, la mayor parte de las cepas se malograron, y el comercio del vino cesó. Las Rentas de grandes propietarios, de la Universidad de Salamanca y de la Iglesia cayeron en picado...y un gran número de pequeños propietarios y renteros tuvieron que emigrar a América: muchos de ellos a La Argentina, como fue el caso de mi familia. Los que emigraron sufrieron toda su vida de una enorme melancolía, por la familia y amigos que dejaban atrás, por las fiestas humildes, pero a tope que habían vivido, por esas tierras tan humildes junto a los derrumbaderos del Duero que no volvían a ver.
Las despedidas en el Puerto de Vigo eran tristísimas.
Esta gran Depresión marcó para siempre el agro charro y arribeño, y se tardó casi 20 años, en ver algo de prosperidad, y vuelta con las nuevas cepas. Pueblones enormes como Villarino de los Aires, Aldeadávila de la Ribera o Hinojosa de Duero vieron su población disminuída a la mitad.
Este gran ÉXODO marcó también el caserío, y un sin número de casas antiguas quedaron abandonadas, sin que nadie las reclamara, formando piñas de arquitectura del s. XIX que ahí se mantienen en pie.
Este testimonio es de una calleja de la Calle la Cilla -donde cobraban sus rentas del vino la Universidad de Salamanca- en Aldeadávila de la Ribera, por dentro de los antiguos muros medievales.
Se ve una triste lavadora abandonada, y que la brigada municipal podía retirar de esta histórica calleja del XIX. Triste historia de OTRA CRISIS.
Las despedidas en el Puerto de Vigo eran tristísimas.
Esta gran Depresión marcó para siempre el agro charro y arribeño, y se tardó casi 20 años, en ver algo de prosperidad, y vuelta con las nuevas cepas. Pueblones enormes como Villarino de los Aires, Aldeadávila de la Ribera o Hinojosa de Duero vieron su población disminuída a la mitad.
Este gran ÉXODO marcó también el caserío, y un sin número de casas antiguas quedaron abandonadas, sin que nadie las reclamara, formando piñas de arquitectura del s. XIX que ahí se mantienen en pie.
Este testimonio es de una calleja de la Calle la Cilla -donde cobraban sus rentas del vino la Universidad de Salamanca- en Aldeadávila de la Ribera, por dentro de los antiguos muros medievales.
Se ve una triste lavadora abandonada, y que la brigada municipal podía retirar de esta histórica calleja del XIX. Triste historia de OTRA CRISIS.