Dentro del proyecto LIFE Conservación del águila perdicera en las ZEPA de
Burgos se ha llevado a cabo la captura, marcaje y seguimiento vía satélite de
cuatro ejemplares durante el año 2005, en concreto tres adultos y un individuo
joven que había sido herido por un disparo.
El joven, que se encontraba en periodode dispersión, fue liberado en un territorio ocupado por una hembra solitaria.Continúa su viaje juvenil y se dirigió hacia una de las áreas de dispersión de águila-azor perdicera de la Península, en el sur de Cádiz. Allí el emisor dejó de dar la señal, por lo
El joven, que se encontraba en periodode dispersión, fue liberado en un territorio ocupado por una hembra solitaria.Continúa su viaje juvenil y se dirigió hacia una de las áreas de dispersión de águila-azor perdicera de la Península, en el sur de Cádiz. Allí el emisor dejó de dar la señal, por lo
que se supone que moriría por electrocución o por disparos, ya que no se pudo localizarel cuerpo.
De los animales adultos, dos son hembras que habían perdido el macho recientemente y la tercera un macho emparejado. Este último realiza movimientos de relativa distancia en el eje norte de la provincia de Burgos, concentrándose en el entorno del nido durante el periodo de cría. En el caso de las dos hembras que mantengan su territorio en solitario la sorpresa ha sido mayúscula al comprobar que realizan desplazamientos de larga distancia y tiempo relativamente corto, incluso dentro del periodo reproductor.
La hembra de las hoces del Alto Ebro y Rudrón ha visitado reiteradamente losArribes del Duero (el lado portugués, Zamora y hasta el sur de Salamanca, con periplos por Cantabria, Palencia y León), visita el territorio de la hembra solitaria de sabinares del Arlanza y ha llegado a desplazarse y estar unos días en Portugal, entre Lisboa y Setúbal.
La hembra de los sabinares del Arlanza también manifiesta ese patrón de visitas temporales a zonas muy distantes de su territorio. El primer gran movimiento la llevó, a través de tierras riojanas y aragonesas, a las sierras prelitorales de Tarragona, donde pasó unos días, para posteriormente desplazarse a Madrid y volver a continuación a su territorio burgalés en vuelo directo.
Del seguimiento de estos individuos se pueden sacar varias lecturas que nos informan del estado de la población y de la dificultad de la gestión de la especie. Por un lado, el hecho de que durante dos años las dos hembras solitarias mantengan un territorio y no encuentren individuos que reemplacen a los machos perdidos refleja la falta de una población flotante de ejemplares no emparejados que no debería faltar dentro de una población sana.
FUENTE: Revista Quercus. Autores: ROBERTO CARBONELL y JOSÉ MARÍA AZCÁRATE.
Plan de Conservación del Águila Perdicera de la Junta de Castilla y León.
Para más información visitar:
ÁGUILA PERDICERA Junta de Castilla y León
PICONES de ALDEADÁVILA de la RIBERA. Arribes Centrales