La cuenca fluvial del río DUERO, en otros tiempos raya fronteriza infranqueable, y objeto del comercio de los "desencantados" de la época, los CONTRABANDISTAS, es ahora una foco de atención creciente entre España y Portugal.
Valores comunes a desarrollar como el Medioambiente, los Recursos hídricos, el Patrimonio Cultural de las regiones fronterizas...estas ideas, estas perspectivas de futuro han hecho necesidad de llegar a acuerdos comunes entre ambos países, que se han plasmado en diversos Tratados Bilaterales desde 1864.
El río Duero, la mayor cuenca fluvial de la Península Ibérica, se divide en tres tramos: el propio español, el interior luso y el común de más de 110 kms de cañones que une las provincias o territorios de Trás-os-Montes- Salamanca y Zamora.
La importancia del Valle del Duero como eje articulador de los dos países es cada vez más clara, si a los argumentos anteriores unimos el hecho de que las aportaciones hídricas de su Cuenca también es la mayor de la península, así como la superficie en Km2.
El primer tratado amistoso moderno entre Portugal y España es el denominado "Trtado de Límites de 1864", que señala los recursos de los tramos fronterizos que deben usarse en beneficio mutuo. En el año 1866 se añaden los Anexos al Tratado, relativos a Proyectos en estos tramos fronterizos.
Le sigue casi medio siglo después, el "Acuerdo de 1912" por el que se aprueban unas reglas sencillas para el aprovechamiento industrial de los tramos fronterizos, asignando la mitad a cada país, debiendo presentarse un proyecto por cada propuesta de uso del agua. Su finalidad es el aprovechamiento hidroeléctrico de los ríos.
Es en estos años cuando se redacta un proyecto de aprovechamiento hidráulico de los saltos del Duero por primera vez, pero la falta de definición del uso del Duero internacional en ambas márgenes de las Arribes impide el comienzo de los trabajos. También la magnitud del proyecto, del Cañón del Duero y sobre todo, de los recursos financieros necesarios en un momento económico, muy, muy duro para ambos países.
El diseño de Orbegozo, lo que se ha dado en llamar "La solución Orbegozo", planteada en 1925 hace que destacados miembros del Gobierno de Portugal exclamaran airados: "Nos han robado el Duero", pero a la larga forzó a llegar a un acuerdo rápido. Es el "Tratado internacional de 1927" clave para que comenzaran por fin las obras en los Saltos del Duero. Este acuerdo regula la utilización hidroeléctrica del Duero, y ha sido ampliado y sustituido por el Convenio de 1964.
Este Convenio se firmó precisamente, el año de las dos inauguraciones más importantes: la de las Centrales de Aldeadávila I y Bemposta I.
Fuentes: Confederación Hidrográfica del Duero- Ministerio de Medioambiente e IBERDROLA.
Valores comunes a desarrollar como el Medioambiente, los Recursos hídricos, el Patrimonio Cultural de las regiones fronterizas...estas ideas, estas perspectivas de futuro han hecho necesidad de llegar a acuerdos comunes entre ambos países, que se han plasmado en diversos Tratados Bilaterales desde 1864.
El río Duero, la mayor cuenca fluvial de la Península Ibérica, se divide en tres tramos: el propio español, el interior luso y el común de más de 110 kms de cañones que une las provincias o territorios de Trás-os-Montes- Salamanca y Zamora.
La importancia del Valle del Duero como eje articulador de los dos países es cada vez más clara, si a los argumentos anteriores unimos el hecho de que las aportaciones hídricas de su Cuenca también es la mayor de la península, así como la superficie en Km2.
El primer tratado amistoso moderno entre Portugal y España es el denominado "Trtado de Límites de 1864", que señala los recursos de los tramos fronterizos que deben usarse en beneficio mutuo. En el año 1866 se añaden los Anexos al Tratado, relativos a Proyectos en estos tramos fronterizos.
Presa de Almendra, de 197 metros de altura sobre el río Tormes. La reserva de agua de las centrales de Aldeadávila
Le sigue casi medio siglo después, el "Acuerdo de 1912" por el que se aprueban unas reglas sencillas para el aprovechamiento industrial de los tramos fronterizos, asignando la mitad a cada país, debiendo presentarse un proyecto por cada propuesta de uso del agua. Su finalidad es el aprovechamiento hidroeléctrico de los ríos.
Es en estos años cuando se redacta un proyecto de aprovechamiento hidráulico de los saltos del Duero por primera vez, pero la falta de definición del uso del Duero internacional en ambas márgenes de las Arribes impide el comienzo de los trabajos. También la magnitud del proyecto, del Cañón del Duero y sobre todo, de los recursos financieros necesarios en un momento económico, muy, muy duro para ambos países.
El diseño de Orbegozo, lo que se ha dado en llamar "La solución Orbegozo", planteada en 1925 hace que destacados miembros del Gobierno de Portugal exclamaran airados: "Nos han robado el Duero", pero a la larga forzó a llegar a un acuerdo rápido. Es el "Tratado internacional de 1927" clave para que comenzaran por fin las obras en los Saltos del Duero. Este acuerdo regula la utilización hidroeléctrica del Duero, y ha sido ampliado y sustituido por el Convenio de 1964.
Este Convenio se firmó precisamente, el año de las dos inauguraciones más importantes: la de las Centrales de Aldeadávila I y Bemposta I.
La Presa de Saucelle, última del aprovechamiento del Duero, en el tramo otorgado a España
*Para ampliar la información de los Convenios internacionales, seguir este enlace:
La Presa de Aldeadávila. SALAMANCA. Fuente: Compañía IBERDROLA.
Fuentes: Confederación Hidrográfica del Duero- Ministerio de Medioambiente e IBERDROLA.