Lo adelantaba ya el diario ABC, Edición Castilla y león (Valladolid, 31 de enero de 2012): el deseo de la Iglesia católica y del Director de Patrimonio, Enrique Sáiz:
"Depositar las obras de arte más valiosas de las iglesias más vulnerables al robo y espolio, de la C.A. en Museos Diocesanos o Provinciales...es una tendencia a la que debería de irse".
Estas declaraciones fueron efectuadas por el Obispo de Ávila Jesús García Burillo, tras participar en la reunión del Grupo de Seguridad de la Comisión Mixta Junta de Castilla y León-Iglesia Católica. También se comentó:
"Los Museos Diocesanos o comarcales están funcionando en otras regiones de España, como sucede en Cataluña, donde parte significativa de obras de arte del románico catalán están custodiadas en estos espacios, regresando en algunos casos con motivo de las fiestas patronales y religiosas a la localidad, donde por otra parte hay réplicas exactas de esas obras de arte".
Ayer, 7 de febrero el Director General de Patrimonio Enrique Sáiz, en una entrevista concedida a TV Castilla y León se ratificó claramente en esta opinión.
Después de los últimos robos de Patrimonio ocurridos en Segovia y Burgos, ésta es la propuesta de ambas Instituciones, una pública y otra privada (la Iglesia Católica). A estas decisiones y reuniones se dedican los políticos.
La propuesta, dicha en las palabras de Enrique Sáiz, consistiría en trasladar a las capitales, o a cabeceras de comarca las imágenes de valor patrimonial y económico, y volver a cedérselas a los pueblos para "sacaarlas en procesión el día de la fiesta".
En 1833, a lo largo de una grave crisis económica del estado, se decidió despojar a la Iglesia Católica y a las Congregaciones de gran parte del patrimonio en las capitales, y también en los pueblos, lo que hizo que interesantísimos conventos cayeran en ruina.
Durante la postguerra española, y hasta hace poco, imágenbes muy valiosas fueron vendidas por personas que no eran sus propietarios en muchos pueblos. Aquí en la Ribera de Salamanca -Las Arribes- algunos pueblos perdieron incluso todas sus imágenes y hasta retablos. Y ahora el Director de Patrimonio en colaboración con la Iglesia católica propone...este desatino.
Hay muchas maneras de proteger y defender el Patrimonio Rural, en primer lugar, catalogándolo, declarar más BIC a los elementos de interés -Cataluña, por ejemplo nos lleva mucha ventaja en este aspecto-, y en siguiente lugar realizar un estudio detallado de protección después de este inventariado.
La técnica moderna permite muchos sistemas de protección, que no son costosos en absoluto: circuitos cerrados de TV, infrarrojos, étc.
También cabe destacar el extraño papel de la Iglesia católica en todo esto, puesto que es necesario recordar pueblo por pueblo quién ha costeado los retablos, las imágenes religiosas, y la propia construcción de los templos, es lo que se llamaba "Obra de Fábrica" , es decir las propias gentes y creyentes de los pueblos, no la Iglesia católica.
Dicho con otras palabras, la mayor parte de estos Bienes de Patrimonio cultural de nuestros pueblos, me temo que no pertenecen a la Iglesia Católica.
Son los propios pueblos y sus representantes, quienes deberán de decidir -al igual que pasa con la adhesión a los Distritos de Interés Comunitario- si aceptan este ofrecimiento, o bien a exigir,están en su derecho, que Patrimonio de la Junta de Castilla y León, proteja adecuadamente estos bienes, no como su propiedad, sí como competente en la materia.
"Depositar las obras de arte más valiosas de las iglesias más vulnerables al robo y espolio, de la C.A. en Museos Diocesanos o Provinciales...es una tendencia a la que debería de irse".
Estas declaraciones fueron efectuadas por el Obispo de Ávila Jesús García Burillo, tras participar en la reunión del Grupo de Seguridad de la Comisión Mixta Junta de Castilla y León-Iglesia Católica. También se comentó:
"Los Museos Diocesanos o comarcales están funcionando en otras regiones de España, como sucede en Cataluña, donde parte significativa de obras de arte del románico catalán están custodiadas en estos espacios, regresando en algunos casos con motivo de las fiestas patronales y religiosas a la localidad, donde por otra parte hay réplicas exactas de esas obras de arte".
Ayer, 7 de febrero el Director General de Patrimonio Enrique Sáiz, en una entrevista concedida a TV Castilla y León se ratificó claramente en esta opinión.
Después de los últimos robos de Patrimonio ocurridos en Segovia y Burgos, ésta es la propuesta de ambas Instituciones, una pública y otra privada (la Iglesia Católica). A estas decisiones y reuniones se dedican los políticos.
La propuesta, dicha en las palabras de Enrique Sáiz, consistiría en trasladar a las capitales, o a cabeceras de comarca las imágenes de valor patrimonial y económico, y volver a cedérselas a los pueblos para "sacaarlas en procesión el día de la fiesta".
En 1833, a lo largo de una grave crisis económica del estado, se decidió despojar a la Iglesia Católica y a las Congregaciones de gran parte del patrimonio en las capitales, y también en los pueblos, lo que hizo que interesantísimos conventos cayeran en ruina.
Durante la postguerra española, y hasta hace poco, imágenbes muy valiosas fueron vendidas por personas que no eran sus propietarios en muchos pueblos. Aquí en la Ribera de Salamanca -Las Arribes- algunos pueblos perdieron incluso todas sus imágenes y hasta retablos. Y ahora el Director de Patrimonio en colaboración con la Iglesia católica propone...este desatino.
Hay muchas maneras de proteger y defender el Patrimonio Rural, en primer lugar, catalogándolo, declarar más BIC a los elementos de interés -Cataluña, por ejemplo nos lleva mucha ventaja en este aspecto-, y en siguiente lugar realizar un estudio detallado de protección después de este inventariado.
La técnica moderna permite muchos sistemas de protección, que no son costosos en absoluto: circuitos cerrados de TV, infrarrojos, étc.
También cabe destacar el extraño papel de la Iglesia católica en todo esto, puesto que es necesario recordar pueblo por pueblo quién ha costeado los retablos, las imágenes religiosas, y la propia construcción de los templos, es lo que se llamaba "Obra de Fábrica" , es decir las propias gentes y creyentes de los pueblos, no la Iglesia católica.
Dicho con otras palabras, la mayor parte de estos Bienes de Patrimonio cultural de nuestros pueblos, me temo que no pertenecen a la Iglesia Católica.
Son los propios pueblos y sus representantes, quienes deberán de decidir -al igual que pasa con la adhesión a los Distritos de Interés Comunitario- si aceptan este ofrecimiento, o bien a exigir,están en su derecho, que Patrimonio de la Junta de Castilla y León, proteja adecuadamente estos bienes, no como su propiedad, sí como competente en la materia.