El rumor constante del Duero entre rápidos y cascadas, y la estrechez vertical del Cañón hizo que se forjaran aquí muchas leyendas:
se afirmaba en la Edad Media que un Caballero podía saltar de un lado a otro de la orilla -Salto del Caballero-, o que un ladrón podía escapar del ejército-Salto del Gitano-, que una bella doncella logró escapar de un cabecilla árabe, a pesar de que éste iba a córcel -Santa Marina-, y hasta incluso que una enorme Peña podía tener vida propia -la Peña que bulle-...
Antiguas leyendas que nos hablan de la creencia de los lugareños en hechos fantásticos relacionados con el río Duero y su enorme tajo.