Cine en las Arribes del Duero

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Doctor Zhivago, La Cabina, Del Pirineo al Duero...

Mapa de La Ribera del Duero en 1641, durante la invasión portuguesa

Cascada del Remolino. ARRIBES DEL DUERO

miércoles, 13 de agosto de 2014

La crisis de Castilla y la pérdida de Riba-Coa

La Historia diferente de las Arribes del Duero- parte 95

El reinado de Fernando IV de Castilla (1295-1312)  fue un momento de grandes dificultades, no sólo en León y Castilla, sino en toda Europa por muchas razones: un clima extremo que provocó fuertes pérdidas en la agricultura, la famosa peste negra que tantos muertos provocó, el descenso demográfico en amplias zonas, etc., pero cada reino le dio una solución distinta: mientras que la Corona de Aragón con el sabio y prudente rey Jayme II conoció una gran época de expansión, y en Portugal dom Dinís aplicaba una correcta política de contención de los desmanes señoriales y de las ördenes eclesiásticas, en Castilla se iba de mal en peor… la situación incluso llegó a empeorar tras la temprana muerte de Fernando IV, que los diferentes aspirantes a la regencia llegaron a pensar seriamente la posibilidad de volver a dividir la Corona, o de entrar en una franca guerra civil entre los dos bandos.
Primeramente se va a estudiar la situación de crisis económica y poblacional del reinado de Fernando IV, para después comentar el período de regencia de la minoría de Alfonso XI, que comienza con la gran pérdida territorial que supuso el mal llamado Tratado firmado en Alcañices, en 1297, y que ha marcado por el contrario una gran estabilidad en las relaciones entre los dos reinos hermanos de Portugal y Castilla.
La crisis a fines del siglo XIII, y primera parte del XIV no fue exclusiva de Castilla, como hemos visto, y hay autores europeos que la denominan de diferentes formas: crisis del feudalismo, crisis bajomedieval, o crisis del siglo XIV, incluso historiadores como G. Bois van más allá y la califican como: la Gran Depresión Medieval”[1], en base a datos no tanto documentales, sino analizando aspectos como la demografía, la actividad comercial, o el régimen impositivo. Pero no sólo se dieron variaciones importantes en las tasas de natalidad y de mortalidad, sino también desplazamientos de gentes de unas comarcas a otras, y que influyeron también en el Oeste salmantino como veremos posteriormente.
Así, las reducciones de las cargas fiscales en este reinado pueden reflejar un intento de paliar la situación de pobreza general, pero también en otros casos para crear unas condiciones que favorezcan el poblamiento nuevo de un determinado lugar[2], que en estos momentos continuaron dándose. Una regla ya analizada es que “unas cargas fiscales más altas se corresponden a una población más numerosa, y a la inversa”.
La sociedad salmantina y castellana de aquella época era predominantemente rural, y hubo de soportar graves condiciones climáticas, como los ejemplos que nos han llegado de Nájera en 1305, o de Pancorbo en 1315 que decían estar muy pobres por culpa del pedrisco “ que les había tollido el pan y el vino”. Así el 20 de junio de 1301 el embajador aragonés Bernardo de Sarriá escribió en una carta a Jaime II de Aragón “la terra de castella es en fort anol estament e y a gran carestía”[3]. Pero la situación de hambruna llegó a agravarse de tal forma en el mismo año, que “la Crónica de Fernando IV” nos relata que llegó a fallecer hasta la cuarta parte de la población.[4] Diego de Colmenares, erudito historiador de Segovia “trató de explicar la hambruna como consecuencia de las continuas guerras de todos los signos, de los alborotos y de una sequía casi general, así como la terrible incidencia de la peste en Castilla”.[5]Del asedio sufrido por Mayorga de Campos en 1296 sabemos de las consecuencias de la peste:
“tan grande fue la mortandad que cayó en todos, e otrossí tan grande fue la dolencia, que todos los que lo sabían entendieron que fue grand juicio de Dios sobre ellos”.



La Torre-Castillo de Masueco de la Ribera, con su característica inclinación, y sus bolas medievales de estilo "isabelino".




[1]         G. BOIS, “La Gran Depresión Medieval. Siglos XIV-XV. El precedente de una crisis sistémica”. Valencia,Biblioteca nueva, 2001.
[2]         GONZÁLEZ MÍNGUEZ, César y PALACIOS MARTÍNEZ, Roberto, Universidad del País Vasco :”Reflexiones sobre la crisis demográfica en la Corona de Castilla durante el reinado de Fernando IV (1295-1312)”.
[3]        GIMÉNEZ SOLER, A. “Don Juan Manuel”, Zaragoza, 1932, p. 251.
[4]         “E este año fue en toda la tierra muy grand fambre; e los omes moríense por las plazas e por las calles de fambre, e fue tan grande la mortandad que bien cuidara que muriera el cuarto de toda la gente de la tierra; e tan grande era la fambre que comían los omes pan de grama, e nunca en tiempo del mundo vio ome tan gran fambre ni tan grand mortandad”. “Crónica de Fernando IV”, “Crónicas de los Reyes de Castilla”, Madrid, Ediciones Atlas, 1953, p. 119.
[5]         “La continuación de guerras y alborotos impedía la labranza de los campos. Sobrevino una destemplada y general sequedad en toda España, constelación de las causas segunda y disposición de la primera, en pena de tantas culpas, siguiéndose un hambre general y sobre ella una peste tan contagiosa que consumió en toda la provincia la cuarta parte de la gente”. COMENARES, D. DE, “Historia de la insigne ciudad de Segovia y compendio de las historias de Castilla”, Segovia, 1969-1970 (reeditado), vol. I, p. 445.