Uno de los libros históricos que con más detalle describe nuestras costumbres, es el escrito en 1947, por Antonio Llórente Maldonado: "El habla de La Ribera".
Se puede adquirir la reedición de 1992, por la Universidad de Salamanca.
Maldonado recorrió todos los pueblos de La Ribera salamantina, desde Villarino de los Aires hasta Saucelle de la Ribera, y a estos 8 añadió un noveno: Hinojosa de la Ribera del Duero, porque, aunque no ha pertenecido históricamente a nuestra comarca, su habla sí es la misma.
El mismo Antonio Llorente reconoce, que en las aldeas inmediatas a La Ribera, se habla un dialecto semejante, por aquella época, mucho mejor conservado, pero que el objeto de su estudio es nuestro dialecto: "El habla de La Ribera", sin duda influido por todos los estudios etnográficos y lingüísticos anteriores.
Es increíble, cómo han cambiado nuestros pueblos, apenas 62 años después, y cómo nuestras costumbres y anécdotas históricas ya se nos han olvidado...
En su Introducción, da cuenta de una brevísima historia de La Ribera, de su Comercio, incipiente Industria, y sobre todo, lo que más nos interesa, amplia la información de Unamuno, nos da datos muy interesantes, y que se me antojan algo enigmáticos sobre nuestra Historia reciente, no parece que algunos de nuestros padres ya habían nacido en La Ribera...
...Y algo de esto es verdad, pues los riberanos siempre han tenido fama de pendencieros y valientes, contándose espeluznantes casos de la época heroica de la Ribera —hace cincuenta años— en la que las muertes violentas estaban a la orden del día, siendo los riberanos respetados y temidos por los pacíficos «aldeanos», que tenían y tienen aún hoy amargo recuerdo de las pocas ocasiones en que intentaron hacer frente a los bravucones hijos de la Ribera.El clima, las condiciones de la vida, los alimentos dan a la larga carácter a los habitantes de una región; aquí lo vemos palpablemente, pues los riberanos se parecen mucho más a los alegres ribereños navarros y riojanos que a sus paisanos salmantinos de las aldeas, de los pueblos y dehesas del Campo de Salamanca, de Ledesma, de Alba, de'Tamames. Es, no cabe duda, producto del abundante vino; unos y otros, riberanos y riojanos, son alegres, decididos, pendencieros, cantarines, gastadores...
Salamanca, ya desde el año 1896, sufre una emigración trágica a América, masiva de la que se hacen eco los principales escritores y pensadores de la época, y los periódicos salmantinos como "El Adelanto" que tenía ya tiempo de edición. Conforme a la población y actividad del pueblo, el desastre iba corriendo de puebloen pueblo como un reguero de pólvora... primero los pueblos más dedicados a la agricultura: Don Miguel (¡cuánto le debemos los salmantinos¡) nos cuenta en 1898 la masiva emigración a Brasil, famosa se hizo la emigración de Aldeadávila en 1905 (hablamos de que hasta 1/3 del pueblo viajaba junto a La Argentina. Podéis haceros una idea del desastre que significaba en estos pueblos), poco después el Desastre de Boada (famosísimo porque todo un pueblo se dirige por carta al Presidente de La Argentina, expresándole su deseo de emigrar el pueblo completo)... finalmente, en la llamada 2ª emigración, le toca a los pueblos más grandes dedicados al comercio: Lumbrales y Vitigudino.
Cada pueblo tuvo su crisis, y su año de emigración... basta con mirar las ediciones antiguas de El Adelanto, y escritos de Don Miguel sobre la emigración...
Es cierta la descripción de Maldonado de la comarca, y de estos hechos, la distinción entre "villano" y "aldeano" era muy habitual en aquella época (1880-1940), con la que querían diferenciarse las gentes de La Ribera, siempre pueblos más grandes, y por lo que se ve muy distintos de otros tan próximos: La Zarza de Pumareda, Cerezal de Peñahorcada, El Milano de la Encomienda, La Cabeza del Caballo, La Peña, étc.
Sin duda, a Maldonado le sorprendían las historias antiguas que le contaban, sería gente anciana , anécdotas e historias de 1860-1900, lo que él denomina "época heroica de la Ribera", con ese lenguaje tan ampuloso de comienzos del s.XX... historias de esta época eran de asesinatos, venganzas, el uso de la navaja... el caso del médico de Villarino, "y todo por un carnero" en La Zarza 1883, tenemos más ejemplos de presos en la ciudad de valencia por asesinatos... La explicación que le doy es la de falta de recursos, el hambre que ya se avecinaba con la crisis española de 1898...
Por último os pongo lo referente a las Cuadrillas de Las Arribes, en Aldeadávila llamadas "PARTIDAS", origen de LAS PEÑAS actuales. No asociemos rápidamente..., sería demasiado fácil, con las partidas de cartas... estudiemos con calma el texto de este etnólogo:
Una de las principales características de la vida riberana es la sociabilidad organizada de sus habitantes. Se reúnen en cuadrillas muy numerosas, las llamadas en Aldeadávila «partidas», las típicas partidas de esta villa formadas por los que juntos tomaron la Santa Comunión por primera vez, y juntos siguen unidos indisolublemente hasta la muerte; todas las fiestas son colectivas, cada partida por su lado, y cuando dos partidas se indisponen, la batalla (antes sangrienta, hoy solamente doloro-sa) es inevitable. Esta unión no termina con el matrimonio; sigue inalterable; lo mismo los hombres que las mujeres permanecen ligados; y hoy comen todos en casa de uno, mañana la gran juerga en la bodega del otro, muchos días las mujeres tienen por su parte una magnífica merendola, etc., y por la noche a rondar si son solteros, a cantar si casados.Esto que pasa en Aldeadávila con las partidas, se encuentra con ligeras variantes en las cuadrillas de los demás pueblos; todo a base de amistad, de beber y de cantar; y así en Villa-rino se divierten con la bodina, en Hinojosa con la marrana,en Saucelle celebrando opíparo «alboroque», en Vilvestre comiendo la típica choriza, en Mieza con aparatosasfurrionas.No hablemos de las fiestas anuales, con sus corridas, y su encierro «a lo San Fermín», en las que se derrocha de todo: cante, danza, valentía, dinero, vino, palos...
PARTIDAS como "LOS TOREROS", o "LOS CAMPESINOS" en Aldeadávila de la Ribera rivalizaban hasta los años de 1960 en lucir la mejor bandera, cantar las mejores coplas, o realizar los jijeos más llamativos, y hasta incluso engalanar carros durante las FIESTAS DEL TORO. Una hermandad de por vida, llena de solidaridad.
En Villarino de los Aires, una población muy numerosa en los años 40, se organizaba en Carnavales para realizar representaciones o bufonadas, como ésta que parece representan al dios "Baco" o "Dionisios", pero en realidad se trataría de un santo:
La influencia de las milicias de la reciente guerra civil española se deja sentir en esta otra PARTIDA de Villarino por aquellos años:
Puedes ver más fotos antiguas de Villarino de los Aires en su web:
http://www.villarinodelosaires.es