Cine en las Arribes del Duero

Cine en las Arribes del Duero
Doctor Zhivago, La Cabina, Del Pirineo al Duero...

Mapa de La Ribera del Duero en 1641, durante la invasión portuguesa

Cascada del Remolino. ARRIBES DEL DUERO

sábado, 29 de septiembre de 2012

O Futuro da Memória

Jornadas europeas de Patrimonio, 28 al 30 de setiembre.
En Mogadouro, Arribas do Douro, Trás-os-Montes.

Portugal


Presando vinho, Alto Douro Vinhatiero

28 de setiembre: Visitas Guiadas al Castelo dos Mouros, Vilarinho dos Galegos.

29 de setiembre: Castelo de Mogadouro

30 de setiembre: Castelo de Penas Roias.

Inscripciones:

Inscrições através do email:

museu@mogadouro.pt

dasc@mogadouro.pt




jueves, 27 de septiembre de 2012

La Edad del Hierro

La Edad del Hierro en las Arribes del Duero.

A Idade do Ferro nas Arribas do Douro, Espanha.


Facebook Anastasia: A Idade do Ferro nas ARRIBAS






Castro dos Mouros en Vila de Ala, Mogadouro. Frente por frente con Aldeadávila y Masueco de la Ribera.













Castro celta de Vilarinho dos Galegos en Mogadouro tambien.

Ambas Riberas del río DUERO DOURO fueron pobladas y defendidas en casi todos los pueblos actuales durante la edad del Hierro. Después vendría la débil colonización romana, los godos...y ya es en la Alta Edad Media cuando la necesidad de productos agrícolas hace que las gentes pueblen definitivamente los lugares y pueblos actuales, que se alejaron, en la mayor parte de los casos un poco de las orillas del Duero.


DURII RIPAM.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

III Concurso de Vinos caseros "Sabor de Arribes"

Sabor del vino casero de Las Arribes del Duero.

Nos envían desde la Denominación de Origen "Arribes del Duero" esta hermosa celebración, el sábado 6 de octubre, a las 18:30 horas.

Lugar: Centro Cultural de Cibanal de Sayago. Arribes de Zamora.


"Cepas, cielo y cortinas" camino ya del Rostro de CORPORARIO de la RIBERA. SALAMANCA

martes, 25 de septiembre de 2012

Novelas "Central eléctrica" y "Fábrica de la Luz" (1)

Dos son las novelas que están ambientadas en la época de la construcción de los Saltos del Duero: "Central Eléctrica" de Jesús López Pacheco (1953-1956) y "La Fábrica de la Luz" Jesús Alejo Guarde (2011).

Central Eléctrica fue en su momento un auténtico bombazo literario -finalista del premio Nadal- sólo amortiguado por la represión intelectual y la temática que trataba. un despiadado retrato de las gentes de un pueblo inundado por el Pantano del Esla -1929-1939-. De Hecho López Pacheco ha sido uno dee los principales integrantes de la Generación de 1950 y del "Realismo Social", lo que le llevaría a su exilio. El padre del escritor, montador de turbinas estuvo en la construcción del Salto de Ricobayo, y después de terminada la Guerra Civil, en la reconstrucción del Salto de Lafortunada. De estos recuerdos de infancia, y de las historias familiares es de los que se sirve Pacheco para su novela.


Es interesantísima la primera parte, la vívida descripción de la miserable vida de los habitantes de Aldeaseca- antes de la expulsión de sus tierras.  Yo creo que Aldeaseca era en su imaginación Pueblica, y el Sr. Lobo, probablemente su propio padre López García.


Ha vuelto a reeditarse en ediciones de bolsillo en el año 1981, con una edición corregida del propio autor.





Fábrica de la luz:

Aunque sobre la misma temática, incluso con un nombre equivalente, difieren mucho en el tratamiento de los personajes, y del ambiente pueblerino -sin menosprecio- de la Aldeadávila de la Ribera, de los años 52 al 63.






Esta novela, que ya va por la 3ª edición, ha sido presentada con éxito en la Feria del Libro de Madrid y de nuestra ciudad de Salamanca, además del Liceo de salamanca, Hotel Silken, étc.

Jesús Alejo, escritor, sobre todo, de relatos cortos es con "Flash de una vida" cuando recibe el premio del "II Concurso literario de Patricia Sánchez Cuevas" en el año 2007. Dos años después recibe el 2º premio de este mismo concurso con el vibrante relato "La Avispa". Este premio fue recibido de manos de la literata Almudena Grandes.

El año 2011 ve la luz su primera novela "La Fábrica de la luz", un relato ambientado en la construcción de los "Saltos del Duero".

"A principios del siglo XX un grupo de ingenieros descubre el Gran Cañón del Duero, y llega a la conclusión de que este tajo a su paso por Aldeadávila de la Ribera es el lugar idóneo, por sus condiciones naturales, para construir un gran salto de agua. El pueblo, como tocado por una varita mágica, se convierte en el emporio de toda la provincia de Salamanca, gracias al cual sus gentes prosperan.
Ésta es una historia de vivencias en las que LUCÍA, SANTIAGO y demás personajes que dan vida al relato, tienen como telón de fondo aquella magia que les tocó vivir.
Proyectados sus sueños en LA FÁBRICA DE LA LUZ, logran a base de tesón reflejar en sus propias vidas aquella LUZ que, como por arte de magia entró en su pueblo, y los lleva a conseguir, desde la primera oscuridad de los comienzos del siglo XX, a vivir su particular revolución, desde lo industrial hasta lo humano, dando cabida la obra a una evolución personal , desde lo concreto de una pareja de recién casados hasta una evolución abstracta de cómo la LUZ puede surgir de la oscuridad, pra liberarnos de nuestros mayores miedos, y hacernos libres"...

Edita "Cátedra Universitaria", Salamanca.

Fotografías de la reciente presentación de esta novela en el Centro Cultural de la Villa de Vilvestre de la Ribera:








 El novelista Jesús Alejo Guarde dedicando un ejemplar al alcalde Vilvestre, presente en la presentación. El Alcalde desciende precisamente de una familia de Aldeadávila de la Ribera.






por Anastasia Sánchez.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Feria de Valladolid: 4 al 6 de octubre

Salón del vehículo y combustible alternativos, VALLADOLID del 4 al 6 de octubre.

La exposición gira en torno a tres áreas:


  1. Zona de pruebas
  2. Jornadas técnicas
  3. Reserva tu espacio



El próximo Salón Vehículo y Combustible Alternativos incluye en su programación un ciclo de jornadas técnicas para profesionales en las que se abordarán diferentes aspectos vinculados a la movilidad sostenible, gestión de flotas, normativa, eficiencia energética, etc. Estos encuentros tendrán lugar los días 4 y 5 de octubre en la Feria de Valladolid.
El jueves 4 se hablará sobre el Plan Nacional de Mejora de la calidad del aire (PNMCA), la infraestructura de recarga del vehículo eléctrico, novedades técnicas y novedades regulatorias e instrumentos de apoyo. En el bloque dedicado a la mejora de la calidad del aire se presentarán ejemplos específicos llevados a cabo en ciudades como Pamplona, Barcelona, Madrid y Málaga. Intervendrán también representantes de empresas privadas como Nissan, Renault, Repsol, Chevrolet, Infiniti, entre otras. Además, intervendrán responsables de administraciones y entidades públicas como el Ministerio de Medio Ambiente, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y ADIF. Actuará como moderador de este grupo el coordinador de la Red Civinet España y Portugal, José María Díez.
Durante la primera jornada del Salón Vehículo y Combustible Alternativos se analizarán también cuestiones como el presente y futuro de la infraestructura de recarga del vehículo eléctrico. El director gerente de Aedive, Arturo Pérez de Lucia, moderará un encuentro en el que participarán como ponentes del Ministerio de Industria, Junta de Castilla y León, Red Eléctrica de España, Emerix, etc.
En el capítulo sobre novedades regulatorias e instrumentos de apoyo se analizarán las normativas de ámbito europeo, nacional y regional en materia de biocombustibles, vehículo eléctrico, glp y gas natural; asimismo los ponentes explicarán los servicios de apoyo y subvenciones de patentes en vigor.
La jornada del jueves 4 de octubre concluirá con un encuentro en el que bajo el epígrafe de novedades técnicas se tratarán cuestiones como la seguridad, reparaciones y mantenimiento del vehículo eléctrico, baterías, bioetanol de segunda generación y el futuro y actualidad del hidrógeno.
"Políticas europeas de promoción del vehículo y los propulsantes alternativos" es el título de la ponencia magistral que pronunciará el viernes 5, a las 10.00 horas, Carlos García Barquero, responsable de políticas de movilidad sostenible en la Comisión Europea.
El programa de las jornadas técnicas se completa con las presentaciones de productos, casos de éxito sobre la eficiencia y eficacia de los combustibles alternativos, así como una mesa redonda en la que participarán las universidades que forman parte del Comité del Salón: Burgos, León, Salamanca, Valladolid y Católica de Ávila.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Ahora estoy leyendo...interesante

"Central Eléctrica" de Jesús López Pacheco (1953-1956) reeditada y corregida en 1981.

Muelas del Pan

y "La construcción de los Saltos del Duero 1903-1970. Una epopeya colectiva", por Álvaro Chapa. Reedición de este año.

Este libro es muy ameno, imprescindible para conocer la historia reciente de las Arribes del Duero, y contiene fotografías tan descriptivas como éstas:












viernes, 21 de septiembre de 2012

Enrique el Millico

Enrique "El Millico" o "el Mellico" uno de los dos personajes que regentaron el Fielato del Salto de Aldeadávila en los años 50, junto con el "Tío Paulique": todo un personaje, chistoso, divertido, atrevido, y el primero en apuntarse a la fiesta y el Carnaval...

Fielato del Salto de Aldeadávila de la Ribera

En esta fotografía que me acaban de enviar le vemos en aquellos años del Salto de Aldeadávila de la Ribera disfrazado en los carnavales.


miércoles, 19 de septiembre de 2012

El litigio Portugal- España a cuenta del Duero

El litigio Portugal- España a cuenta de la frontera del Duero, o cómo José de Orbegozo interviene en él con una propuesta novedosa.

El comienzo de las obras del Salto del Esla, entre Ricobayo y Muelas del Pan. 

Años 1916-1939.

Fuente: "La Construcción de Saltos del Duero. Ecos de un pasado, Vol.I" por Álvaro Chapa.





Medallón conmemorativo a don José de Orbegozo, figura principal y Director General de la emprendedora empresa Saltos del Duero.


José de Orbegozo
 Nacido en San Sebastián, el 16 de diciembre de 1870, pertenece Orbegozo a la que se ha llamado en España la generación del 98, y dentro de dicha generación que buscaba combatir la falta de fe en los destinos nacionales, a Orbegozo hay que adscribirlo a la exigua minoría de los que creían que España podía ser grande por obra del esfuerzo de los propios españoles.
Los afanes patrióticos de Orbegozo, que obtuvo el título de ingeniero de caminos en 1894 e ingresó al servicio del Estado en 1896, no tenían cabida en los estrechos ámbitos de un puesto subalterno de la Administración Pública de aquella época, y, completada en poco tiempo la formación técnica y administrativa que precisaba para más altos vuelos, abandonó con autorización superior el puesto oficial en 1900, e inició su carrera de ingeniero en la esfera privada, en la que, sin dejar de intervenir en las más variadas materias profesionales, dedica su mayor actividad a impulsar la producción hidroeléctrica nacional.
Ya en 1900, en los albores del uso de la electricidad en España, debuta en el campo hidroeléctrico como Director de una pequeña empresa local de Vitoria, la Sociedad Electra-Alavesa. El mismo año pasa a Bilbao, donde es nombrado Director-Gerente de la Electra Industrial Española, que desarrollaba sus trabajos en la provincia de Jaén, y, después, en la de Granada, puesto en el que cesa en 1902, cuando, habiendo vencido los problemas que la empresa tena planteados, se acorta el campo de aplicación de su inteligencia y laboriosidad.
Inteligentísimo como pocos, con una preparación técnica envidiable, monta Orbegozo en Bilbao, en 1902, su despacho de ingeniero, abandonando la fácil solución personal de un puesto de empleado en el Estado o en alguna empresa de las que le reclamaban, porque sabe que en España hay grandes cosas por hacer y espera conseguir apoyo en los sectores de la incipiente Industria Nacional.



Hotel Dirección del Salto del Esla. Arriba, a la izquierda la habitación que ocupaba Orbegozo en sus visitas al Salto del Esla, y desde la que podía contemplar perfectamente las obras.


A su clara inteligencia y excelente preparación técnica, une Orbegozo condiciones personales extraordinarias; un concepto intransigente de la honradez profesional, que le cerrará algunas puertas y le creará enemistades; laboriosidad y tesón incansables y un trato social encantador, reflejo de su bondad y simpatía.
No es, pues, extraño que en plazo muy corto su despacho fuera el más acreditado de media España, y que buscaran su asesoramiento empresas tan importantes como las firmas Echevarrieta y Larrañaga, Constructora Naval, o La Papelera Española , o Unión Española de Explosivos y Banco de Bilbao, por no citar más que las principales; también entidades oficiales como la Junta de Obras del Puerto de Bilbao, Ayuntamiento de Bilbao, Valmaseda, Guecho, Santurce, etc., que en Orbegozo encontraban, no solamente el ingeniero que resolvía sus problemas técnicos, sino el hombre bueno que les aconsejaba y mediaba en sus diferencias.
Pero si en su despacho de ingeniero resolvía Orbegozo problemas de ingeniería de la máxima disparidad, como tasaciones de instalaciones industriales de yute o del cementerio británico de Bilbao, dictámenes sobre el abastecimiento de aguas de esta ciudad, también sobre la electrificación de diversos ferrocarriles, proyectos nuevos de ferrocarriles o de diques secos, dejando en todos sus trabajos la impronta de su clarividencia.
Hay que reconocer en Orbegozo una preocupación constante por el porvenir hidroeléctrico de España, materia de la que empieza ocuparse en 1900.
Ya en fecha tan lejana preveía Orbegozo la importancia que representaba para un país el disponer de energía eléctrica en abundancia, preocupación general actual de todas las naciones, y si intervino en proyectos hidroeléctricos de importancia, como el Carrión, el Ter y otros ríos españoles, no es extraño que, cuando en 1914 conoció los proyectos elementales que se habían tramitado para aprovechar el tramo internacional del Duero, entreviese, con su clarividencia probada, la posibilidad de convertir aquellos proyectos en el sistema hidroeléctrico de mayor envergadura que podía realizarse en España.
En 1917 se encomienda a Orbegozo la Dirección de una empresa que constituyen algunos de los peticionarios del tramo en cuestión, e inmediatamente concibe la genial idea, original en su concepción y en sus resultados, de que el aprovechamiento del tramo internacional del Duero solamente alcanzaría su posible grandeza si se creasen en sus afluentes, el Esla y Tormes, grandes embalses reguladores.
La genialidad de la idea, que permitía crear, con gran economía, una fuente de energía que quintuplicaba, cuando menos, el entonces consumo nacional, mereció la enemistad de la incipiente industria hidroeléctrica española que empezaba a desarrollarse con pasos cautelosos.
Pero Orbegozo, calificado de visionario en muchos ambientes industriales, utiliza su fe y el tesón que le caracteriza para convencer a sus colaboradores financieros, que llegan a invertir cerca de veinte millones de pesetas en estudios y adquisición de los proyectos y concesiones que afectaban a su idea.
Una nueva prueba había de sufrir Orbegozo con la campaña que contra su proyecto se desató en Portugal, campaña falaz que estuvo a punto de imposibilitar la concesión del tramo internacional del Duero con sus 400 metros de desnivel. Y en este momento, cuando la oposición de Portugal es máxima, es cuando Orbegozo discurre la habilísima maniobra que obligaría más tarde a la nación vecina a establecer un acuerdo con España para reglamentar el aprovechamiento hidroeléctrico del tramo internacional del Duero.
Como Anexo del Tratado de Límites con Portugal, y a raíz de las primeras peticiones de aprovechamiento en el indicado tramo, se había firmado el año 1912 un Convenio sobre utilización de tramos fronterizos de los ríos, y en este Convenio se especificaba que tenían carácter internacional, y por tanto estaban a él sujetos, los aprovechamientos en que la toma de agua o su devolución al cauce, o ambas a la vez, se hicieran en el tramo fronterizo, o los que tenían la toma en un país y la devolución en el otro.
Y Orbegozo, de manera maestra, encuentra el medio de que el aprovechamiento del desnivel del tramo internacional del Duero se pueda realizar con un sistema de saltos de características puramente españolas.
Este dispositivo, que en el expediente de concesión recibió el nombre de Solución Española, consistía en desviar el agua del Duero en España antes del comienzo de la frontera y hacerla saltar sobre el Tormes antes de su confluencia, volver a tomarla en el Tormes junto con la de este río y soltarla sobre el Huebra, cerca de la frontera, con presas, canales y centrales ubicados en territorio español.
El proyecto de esta solución, estudiado bajo la inmediata dirección de Orbegozo, resultaba realizable y fue presentado oficialmente, con la correspondiente petición de concesión a mediados de 1921, iniciándose seguidamente su tramitación.
Desvirtuada y anulada la oposición portuguesa, los intereses hidroeléctricos nacionales, ante el temor de una competencia, interpusieron todos los medios a su alcance para paralizar la tramitación de los proyectos de Orbegozo, aprovechando la inestabilidad política que precedió al Gobierno del General Primo de Rivera.
La política de Primo de Rivera era coincidente con los afanes de Orbegozo, y la entrada en su Gobierno como Ministro de Fomento del conde de Guadalhorce fue el paso definitivo para la realización de los saltos del Duero.
Orbegozo, que conocía a Guadalhorce solamente de referencia, le visita para informarle de la situación de sus proyectos y halla tan calurosa acogida y comprensión que, al poco tiempo, de mano de Guadalhorce y con la colaboración de Orbegozo, se dicta el Real Decreto-Ley de 23 de agosto de 1926, por el que se ordenaban y concedían los saltos del Duero, con aprobación de la Solución Espa–ñola, para el caso de que en los dos años siguientes no se lograse acuerdo con Portugal.
Claramente apreció el país vecino la necesidad de llegar a acuerdo con España, si quería participar en el beneficio de la regulación del tramo internacional del Duero y, antes del año del otorgamiento de la concesión española, se firma, en Lisboa, el Convenio de 11 de agosto de 1927, por el que se repartía el tramo internacional en dos mitades, de las que la de aguas abajo, que se había de beneficiar con la regulación del Tormes, quedaba para España.
Imponía además, el Convenio, que el Concesionario español construyese primeramente el pantano de Ricobayo, coincidiendo con el propósito de Orbegozo de iniciar los aprovechamientos por las obras de regulación.
Al parecer, el Convenio beneficiaba extraordinariamente a Portugal, con perjuicio para España, pero las facilidades que otorgaba de construir presas y desagües en el tramo internacional compensaban, por mejor rendimiento de la solución y mayor economía, gran parte del desnivel que quedaba para Portugal
Orbegozo, por fin, encuentra libre el camino administrativo que precisaba, pero la satisfacción de este logro se vió enturbiada por las dificultades que encontraba para conseguir la financiación de sus proyectos.
La idea de que España estaba superabundantemente dotada de energía eléctrica toma cuerpo, principalmente en Bilbao, y se infiltra en algunos de los elementos financieros que apoyaban a Orbegozo, que se hacen eco de aquella idea y consideran una locura el invertir capitales en la construcción de grandes presas y aprovechamientos hidroeléctricos.
Este desánimo da ocasión a que Orbegozo demuestre, una vez más, sus excepcionales condiciones: se da cuenta de que una colaboración de la gran industria norteamericana desvanecerá las dudas de los pocos convencidos y servirá de acicate a quienes conservan la fe. Con su tesón característico y con la realidad de sus argumentos, obtiene el apoyo financiero, dentro de las normas legales, de la General Electric Co. y de la Banca Morgan, y presenta, en 1928, a su Sociedad y al Banco de Bilbao, un plan de financiación de ciento veinte millones de pesetas, que es aceptado, y un programa de iniciación de las obras para la primavera de 1929.
A fines de verano de este último año, las obras iniciadas del salto de Ricobayo son visitadas por el General Primo de Rivera, y un año después por Su Majestad don Alfonso XIII, visitas ambas que sirvieron de gran aliento y satisfacción para Orbegozo.
Las obras del salto de Ricobayo se desarrollaban a plena satisfacción, hasta que las consecuencias de la proclamación de la República se reflejaron con sus normas de indisciplina en la masa trabajadora en ellas ocupada, causando el natural desasosiego y preocupación en Orbegozo.
Español cien por cien, con fe ilimitada en el resurgir de España, Orbegozo frecuentaba en Bilbao una tertulia, encabezada por don Pedro Eguillor, a la que asistían a su paso por la villa, personajes como Ramiro de Maeztu, Lequerica, Mazas, etc., que mantenían la fe en España frente a las ideas nacionalistas que pretendían dominar Vizcaya.
Muchas veces sirvió esa tertulia a Orbegozo de descanso en su fatiga y de incentivo en su lucha por la realización de sus ideas.
Ver Anexo “La tertulia de Pedro Eguillor”

Salvando toda clase de dificultades, principalmente sociales y aprovechando, así por qué no decirlo, las luchas intestinas de las distintas facciones del movimiento social, en la primavera de 1934 se puso en servicio el salto de Ricobayo, a los cinco años de la iniciación de sus obras.
Pero una nueva contrariedad había de sufrir Orbegozo en sus afanes, y ésta fue, sin duda, la causa de su última enfermedad.
Para construir el salto de Ricobayo se había rodeado de gente bisoña a la que paternalmente dirigía y en la que supo sembrar un espíritu de equipo, que aún perdura, y lazos de amistad imperecedera. Cuantos estaban a las órdenes inmediatas de Orbegozo descansaban en él y a todos atendía con entrañable afecto. Por esto, al producirse el grave accidente del aliviadero de Ricobayo, tomó sobre sí toda la responsabilidad que el accidente representaba, y se dispuso, confiando excesivamente en sus fuerzas ya muy gastadas, a dirigir personalmente los importantes trabajos de reparación y consolidación que se hacían precisos.
Cuando tenía en sus manos la victoria, Orbegozo no pudo resistir esta lucha contra la Naturaleza que se le presentaba adversa. Debilitada ya grandemente su salud, se traslada en 1935, por prescripción facultativa, a un sanatorio suizo, donde encontraría el definitivo descanso el 1 de enero de 1939, después de padecer durante más de tres años la obsesión de la duda de si se había equivocado en sus proyectos, y sin alcanzar la humana satisfacción de que se estimase, en su verdadero valor, el éxito de sus concepciones.
Mientras Orbegozo sufría, alejado de su Patria y de los suyos, su obra jugaba un papel eficaz en la consecución de la victoria, al abastecer de energía a Castilla y León en los primeros meses de nuestra guerra y, desde mediados de junio de 1937, a la potente industria del norte de España.
Hasta bastante después de terminada la contienda, no fueron reparados los destrozos que la guerra había causado en las instalaciones del Cinca, que alimentaban a Bilbao y su comarca.
El salto de Ricobayo, con su embalse, viene constituyendo la principal reserva de energía del norte y centro de España, y es la base del sistema integrado hoy por dicho salto, más los de Villalcampo, Castro y Saucelle, éste último en el tramo internacional del Duero y del gran salto de Aldeadávila de la Ribera, cuyas obras se desarrollan en el mismo tramo.



Hotel Dirección del Salto de Villalcampo-Zamora, de los años 40, y el primero 8segundo después de la Central de San Román) que se construyó en el río Duero.
Siguiendo las normas y orientaciones de Orbegozo, mejoradas por el progreso actual de la técnica, el sistema que creó representaría, antes de diez años, una posibilidad de producción de energía anual de cerca de ocho mil millones de kilovatios-hora (8000 Gw.h), y si a esto se agrega que Portugal obtendría del tramo internacional que le reservó el Convenio, unos dos mil quinientos millones de kilovatios-hora (2500 Gwh) al año, quiere decirse que la concepción del visionario Orbegozo representa más de diez mil millones de kilovatios-hora de producción (10 000 Gw.h) anual de energía eléctrica; con la circunstancia excepcional de que en Europa esta masa de energía provendría solamente de noventa o cien kilómetros de radio. Y lo que es más maravilloso, todo esto concebido en 1915.
Orbegozo es, por tanto, una de las figuras señeras de la ingeniería española, dedicada a la creación de las fuentes de riqueza necesarias para el progreso industrial de nuestra nación, y justo es reconocerlo así ahora que la realización de sus proyectos ha confirmado su clarividencia y su fe en los destinos de España.
¿No es momento de rendir un homenaje nacional a don José de Orbegozo?




Cabecero románico de la Iglesia de Muelas del Pan-Zamora (s. X y XI). Los pioneros del Duero se encontraron además de las cholas, muchas viviendas humildes y una economía muy pobre de subsistencia. Los autores Álvaro Chapa y López-Pacheco describen muy bien este ambiente rural y el choque cultural con el mundo pre-industrial de los años 20 del siglo XX.

martes, 18 de septiembre de 2012

Fielato del Salto de Aldeadávila de la Ribera

El pasado jueves conversando con María, una señora mayor de buena conversación, y residente en Vitigudino, pero nacida en Aldeadávila de la Ribera en 1921, me me habló de un detalle interesante y es el de la existencia de un Fielato en el Salto de Aldeadávila -IBERDUERO- durante sus obras.

El Fielato del salto de Aldeadávila estuvo regentado por Enrique el Mellico y el Tío Paulique -quien después fundara el Hostal "La Viña" de Vitigudino-. Su misión era controlar la entrada de productos de consumo para las familias de obreros residentes en los pabellones o barracones.


Además de este control, concertado con las autoridades del Salto, intercambiaban parte de las sobras alimenticias con la que alimentaban diversos animales de granja.





Después vendría la construcción de un Cuartel de la Guardia Civil a la entrada del Poblado del Salto, no de los barrocones residencia de los obreros.



Cuartel de la Guardia Civil a la entrada del Salto de Aldeadávila, SALAMANCA


Trasera del edificio. No se escatimaron gastos: una pena el abandono de esta construcción tan buena

La participación de las gentes no sólo de Aldeadávila, sino de todas Las Arribes del Duero en la construcción de los Saltos del Duero fue muy importante, en los aspectos de alimentación, construcción de caminos y accesos, mano de obra para construcción de túneles y hormigonados, carreteras, ferralla, carpinteros,...





Las obras de construcción y apertura de accesos, y de los túneles de desvío del Duero eran las más costosas, y las que empleaban más tiempo.


El Salto de Aldeadávila además de la belleza de su paisaje fronterizo guarda en el interior de sus paredes rocosas muchas historias y anécdotas...