Cine en las Arribes del Duero

Cine en las Arribes del Duero
Doctor Zhivago, La Cabina, Del Pirineo al Duero...

Mapa de La Ribera del Duero en 1641, durante la invasión portuguesa

Cascada del Remolino. ARRIBES DEL DUERO

sábado, 7 de marzo de 2015

Arroyo de Rupinal

Es el más caudaloso de esta parte de las Arribes del Duero, y desde luego de Aldeadávila de la Ribera.

Etimológicamente significa, lo mismo que las Arribes: ribera de río.

Nace en la Zarza de Pumareda, uniendo varias escorrentías, separa Mieza de la Ribera de Aldeadávila, y desemboca en el Cuerno, marcando el límite entre ambos pueblos.




Guarda mucha historia en sí, parece ser que fue su ribera siguiendo la beata Santa Marina, huyendo de aquel guerrero árabe, desde Las Uces, hasta su Peña donde se resguardó. Miguel de Unamuno describe este caudaloso arroyo durante su visita en mayo de 1902.

En Aldeadávila, la degradación popular lo solía llamar "Arroyo Mieza", y tenía un paso a mitad de su curso por el que atravesábamos andando para ir a las fiestas de la Capital de la Code (o Codi, en nuestra habla de la Ribera).




Desde los primeros años 50 fueron necesarios muchos picos y palas para abrir esta carretera, que sigue su curso por la margen derecha. Eran los saltos del Duero, un enorme proyecto industrial y energético.
Es el único camino algo accesible para bajar a las profundidades del Duero.

Hasta este momento, que fue nuestra propia Revolución Industrial, sus laderas cubiertas de bancales, y de olivos, veían las mulas y burros cargados de aceitunas, y el rocío despertaba a los miezucos y aldeavileños durmiendo al ras para aprovechar la jornada durante la recolección.





También parte de las escenas de la película "La Cabina" se rodaron aquí, bajando al infierno laberíntico de los pasadizos y túneles de la Central de Aldeadávila. Un horrorizado López Vázquez, de pie, dentro de su cabina telefónica, y encima de un camioneto desciende a los infiernos del Duero.









Las bravas aguas de la Ramajería, que desembocan sin pasar las turbinas y la riqueza de la Presa de Aldeadávila de la Ribera. Estos meses de marzo y abril son la época ideal para disfrutar de sus cascadas y rápidos, muy, muy cerquita de la Presa de Aldeadávila, y de la Code.

Fotos de Berta Barreña.