Mucho se está publicando en estos días sobre esta Mascarada salmantina de San Antón, en la que se entremezclan sentimientos ribereños ancestrales, relacionados con nuestra antigua y tradicional forma de vida.
Por una parte, la protección de nuestros animales -mulos, burritos, cerdos, gallinas...- y nuestras cosechas frente a las plagas y pestes, por otra nuestra propia intrahistoria relacionada con la Iglesia católica -representada por la gran influencia que tuvieron los monjes franciscanos del Cenobio de La Verde y las prohibiciones del Obispo-, los mayordomos que oficialmente organizaban la Fiesta de San Antón... todo este mundo subterráneo de creencias populares, de hechizos, de muertes dolorosas de animales, de pestes, de urgas -brujas de Las Arribes- tenían su diálogo, su interpretación por parte de las gentes de nuestro pueblo.
La chiquillería, ya en el siglo XX se dedicaba a realizar su propia Bufa, tiznados con los carbones de hogueras, o mascarados como Bufantes y persiguiendo al ser maligno a quien se le achacaban los males y enfermedades de nuestro ganado. Se circundaba el pueblo pidiendo por las casas convite, y sobre todo por las casas de los mayordomos, quienes les mandaban esperar una y otra vez en los torales y en las cuadras, a la espera del ansiado pobre convite...Por la noche, era el momento de La Bufa alternativa, realizada por los muchachotes, mucho más burlesca y dedicada a fines más mundanos: comer, beber, cantar, y plagada de jijeos, otra curiosa costumbre ancestral registrada en estos pueblos de La Ribera, y también en vías de recuperación.
Estas cuadrillas nocturnas se agrupaban en "Partidas" como las de "Los Toreros" o "Los Labradores", y que siempre se apuntaban a celebrar cualquier fiesta.
El Juramento que realizaron la Urga, y El Judas consistía en el maleficio de los colores de la capa de la Bruja inmovilizantes, y el Ojo que tienen marcado en su mano hechiza a la persona en la que se fijan. El Judas bíblico tiene una gran capacidad de maleficio -de hecho, el año pasado campó a sus anchas matando a tres animales en Aldeadávila- pues tiene todas las capacidades de pestes y enfermedades para dañar a los animales.
En estas ediciones revitalizadas del sentir popular, intervienen de forma especial El Judas, La Urga, y los Bufantes. El Obispillo y la Carrera del Gallo tendrán que esperar a una próxima edición, que a la vista del sentir de los muchachos, seguro que se dará.
Las fotografías son cedidas por el Responsable del centro de Visitantes-Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Aldeadávila, Roberto Rodríguez, por el diario digital "Las Arribes al Día", y de un video de "Producciones ISOPRO".
Por una parte, la protección de nuestros animales -mulos, burritos, cerdos, gallinas...- y nuestras cosechas frente a las plagas y pestes, por otra nuestra propia intrahistoria relacionada con la Iglesia católica -representada por la gran influencia que tuvieron los monjes franciscanos del Cenobio de La Verde y las prohibiciones del Obispo-, los mayordomos que oficialmente organizaban la Fiesta de San Antón... todo este mundo subterráneo de creencias populares, de hechizos, de muertes dolorosas de animales, de pestes, de urgas -brujas de Las Arribes- tenían su diálogo, su interpretación por parte de las gentes de nuestro pueblo.
La chiquillería, ya en el siglo XX se dedicaba a realizar su propia Bufa, tiznados con los carbones de hogueras, o mascarados como Bufantes y persiguiendo al ser maligno a quien se le achacaban los males y enfermedades de nuestro ganado. Se circundaba el pueblo pidiendo por las casas convite, y sobre todo por las casas de los mayordomos, quienes les mandaban esperar una y otra vez en los torales y en las cuadras, a la espera del ansiado pobre convite...Por la noche, era el momento de La Bufa alternativa, realizada por los muchachotes, mucho más burlesca y dedicada a fines más mundanos: comer, beber, cantar, y plagada de jijeos, otra curiosa costumbre ancestral registrada en estos pueblos de La Ribera, y también en vías de recuperación.
Estas cuadrillas nocturnas se agrupaban en "Partidas" como las de "Los Toreros" o "Los Labradores", y que siempre se apuntaban a celebrar cualquier fiesta.
El Juramento que realizaron la Urga, y El Judas consistía en el maleficio de los colores de la capa de la Bruja inmovilizantes, y el Ojo que tienen marcado en su mano hechiza a la persona en la que se fijan. El Judas bíblico tiene una gran capacidad de maleficio -de hecho, el año pasado campó a sus anchas matando a tres animales en Aldeadávila- pues tiene todas las capacidades de pestes y enfermedades para dañar a los animales.
En estas ediciones revitalizadas del sentir popular, intervienen de forma especial El Judas, La Urga, y los Bufantes. El Obispillo y la Carrera del Gallo tendrán que esperar a una próxima edición, que a la vista del sentir de los muchachos, seguro que se dará.
El ilustre pregonero de esta edición 2012 de la Bufa de Aldeadávila de la Ribera: Bernardo Calvo
Las fotografías son cedidas por el Responsable del centro de Visitantes-Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Aldeadávila, Roberto Rodríguez, por el diario digital "Las Arribes al Día", y de un video de "Producciones ISOPRO".
El Judas y la Urga entrando en la Plaza Mayor del pueblo:
El eterno triunfo del Bien sobre el MAL, la URGA y El JUDAS salen corriendo por la calle de Abajo, después de haber perdido su secular lucha contra los BUFANTES: los animales estarán protegidos contra las pestes durante un año más. Al día siguiente, Fiesta de San Antón, será el representante de la Iglesia católica, quien realizará su propia interpretación de esta fiesta: la bendición cristiana de los animales.
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