Cine en las Arribes del Duero

Cine en las Arribes del Duero
Doctor Zhivago, La Cabina, Del Pirineo al Duero...

Mapa de La Ribera del Duero en 1641, durante la invasión portuguesa

Cascada del Remolino. ARRIBES DEL DUERO

lunes, 22 de agosto de 2016

Los Patronazgos de Don Beltrán de la Cueva

La Historia diferente de las Arribes del Duero, parte 127.

Para comprender mejor la función del convento de Santa Marina en la corte del valido de Enrique IV, el duque de Alburquerque -Don Beltrán de la Cueva-, es necesario conocer los mecenazgos y patronazgos que estableció sobre conventos, hospicios y hospitales.
Mecenazgo y patronazgo
La Orden de San Francisco siempre había sido, ya con anterioridad a D. Beltrán de la Cueva, objeto de una dedicación y atención mayor por parte de la Corona de Castilla y León: empezó esta relación preponderante con Enrique II, pero vivió un avance considerable con Juan II; y finalmente Enrique IV también le dotó a esta Orden de una protección especial[1]
Como es sabido, la cabecera del ducado de Alburquerque era Cuéllar, especialmente querida por D. Beltrán, y a esta Orden mendicante también pertenecía el monasterio de San Francisco de Cuéllar, que recibió numerosas donaciones de la familia, llegando incluso a ser elegido para el enterramiento de la rama principal de la familia Cueva.
Para situarnos históricamente, decir que el año de la fundación del Monasterio de San Francisco de Cuéllar es dudoso, pero parece que para 1.247 ya se encuentran testimonios de su existencia[2]
Estado actual del Convento de SAN FRANCISCO, CUÉLLAR. Fuente de la foto: http://www.hanway.es/paseando-por-cuellar-segovia/
de Hanway.es
Las referencias a él durante los siglos XIII y XIV son muy escasas, y empiezan a hacerse más numerosas a partir del momento en el que D. Beltrán recibe la villa de Cuéllar, y empiece a establecer su patronazgo sobre él. Este patronazgo se tradujo en donaciones de la familia, y en la construcción de la capilla donde serían enterrados los miembros del linaje. Don Francisco Fernández de la Cueva, y sus herederos, siguieron haciendo concesiones a este monasterio.[3] D. Beltrán de la Cueva recibió “licencia del custodio” en 1.476, para edificar una capilla para su sepultura, así como la de sus sucesores.
Pero tuvo que ser su hijo D. Francisco, duque II de Alburquerque, quien tuvo que hacerse cargo de concluir las obras de la capilla, puesto que a su padre no le dió tiempo de verlas concluidas, terminándolas D. Beltrán II, duque III de Alburquerque.
Por otra parte, sabemos que el convento de San Francisco de Cuéllar, fue objeto de la venta y sustracción de objetos y alhajas, puesto que el papa Alejandro VI, tuvo que emitir una bula prohibiendo estas acciones, bajo pena de excomunión, así se lo había pedido D. Francisco Fernández, debido a las enajenaciones, ventas y trueques de los objetos custodios que tanto su padre como él habían donado al monasterio con la finalidad de culto.[4] Un año después, en 1.473, fray Martín de Cogeces, prior del monasterio de Santa María de la Armedilla[5], dió aviso a Fray Francisco de Segura, vicario general, al vicario provincial, y al “guardián de San Francisco” de esta prohibición formulada por el papa, informando de la severa pena para quien la incumpliera.[6]
Sobre este monasterio de San Jerónimo, también es interesante comprobar que los duques ejercieron patronazgo, por la documentación conservada, aunque ésta sea a partir del tercer duque de Alburquerque.
En Cuéllar, que es el centro del ducado de Alburquerque desde que se la concediera en 1.464, éstos también favorecieron y patrocinaron a otros monasterios e iglesias[7], pero también a instituciones benéficas, como por ejemplo el Hospital de Santa María Magdalena de Cuéllar, del que sabemos que D. Beltrán de la Cueva hizo donación de 2.000 maravedíes anuales, para que fueran gastados en alimentar y calentar a los enfermos pobres que acudieran a este hospital[8].
Con relación al monasterio de Santa María de la Armedilla, se tomó la decisión en 1.437 de que la administración del Hospital de la Magdalena fuese responsabilidad por un tiempo, de los frailes de un monasterio de gran significación para los duques de Alburquerque: el de Santa María de la Armedilla[9]. En Cogeces del Monte, en la actual provincia de Valladolid, y a petición de Cuéllar (a cuya Villa y jurisdicción pertenecía), se comenzó a levantar este monasterio cisterciense. A comienzos del s. XV, en 1.402, pasó a la Orden de los Jerónimos, gracias a la cesión que realizó el infante D. Fernando, hijo del monarca Juan I a favor de ésta. Se erigió en 1.405, gracias a una bula del papa Benedicto XIII, siendo poblada por monjes del monasterio de La Mejorada[10].
Sobre las concesiones hechas por los duques de Alburquerque al monasterio de Santa María de la Armedilla, sabemos que en 1.489, el duque y su esposa, que era en dichos momentos Dª. María de Velasco, hicieron donación de 6.000 maravedíes anuales a los frailes del monasterio, situados en la villa martiniega de Cuéllar; a cambio, los frailes se comprometían a rogar por las almas de los otorgantes (duques de Alburquerque), y de sus antepasados, así como por la del monarca Enrique IV[11]. Fue D. Francisco I (II Duque de Alburquerque), quien intervino en las reformas del edificio conventual, y quien confirmara al monasterio los privilegios que había recibido con anterioridad de los monarcas[12]. Finalmente, también en 1489, el primer duque, D. Beltrán, fundó una capellanía en el convento de monjas de San Salvador, perteneciente a la Orden de San Benito, que estaba situada extramuros de la villa de Ledesma[13]. La Orden benedictina era muy influyente en aquella época, sobre todo a raíz de la fundación de San Benito de Valladolid por Juan I[14].


[1]         J. M. NIETO SORIA, Iglesia y génesis del Estado Moderno..., pp. 390 ss.
[2]         Situamos la creación del primitivo convento de El Manzano o La Verde entre los años 1.213 y 1.247, a falta de documentos que lo testifiquen.
[3]         La bula de fundación la otorgó el papa Inocencio IV en 1.244. B. Velasco Bayón, “Historia de Cuéllar, pp. 160 y 313”.
[4]               Roma, 16 de septiembre de 1496, ACDA, Nº 151, leg. 1, add. nº 13.
[5]         Monasterio de la Orden de San Jerónimo, y situado en Cogeces del Monte, Valladolid.
[6]               Monasterio de la Armedilla, 10 de junio de 1497, ACDA, N.º 151, leg. 1, add. n.º 13.
[7]              Tenemos como ejemplo la cesión de 250 mrs. Anuales, a través de un censo que ahabía impuesto, a determinadas casas, a favor de la iglesia y la fábrica de San Esteban (Cuéllar, 7 de febrero de 1.511, ACDA, Nº152, leg.2, add. B).
[8]              Monasterio de santa María de la Armedilla, Cogeces del Monte (Valladolid), 18 de abril de 1.492, AHMC, Sección I. Refrenda y escrita por D. Gonzalo Fernández de Toro, Contador de D. Beltrán.
[9]         Esta situación duró poco tiempo, y pronto pasó a depender del concejo de Cuéllar. B. VELASCO BAYÓN, Historia de Cuéllar, pp. 199 ss.
[10]             Diccionario de historia eclesiástica de España, A. Aldea, T Marín y J. Vives (dirs.), Madrid, 1972-1977, vol. III, p.1663.
[11]          Cuéllar, 11 de febrero de 1489, ACDA, N.º 7, C.ª 7, n.º 38 y Monasterio de Sta. María de la Armedilla, Cogeces del Monte, 22 de enero de 1.492; AHMC, secc.I, nº 50.
[12]           B. VELASCO BAYÓN, Historia de Cuéllar, pp. 301-302.
[13]          5 de mayo de 1489. ACDA, N.º 141, leg. 2, n.º 4. Se trata de un traslado con fechado en 1500.
[14]           J. M. NIETO SORIA, “Iglesia y génesis del Estado Moderno...”, pp. 400 ss.

No hay comentarios:

Publicar un comentario