Inundaciones y pestes en la cuenca del
Duero durante el s.XV.
La Historia diferente de las Arribes del Duero, parte 117.
Este siglo XV es bien conocido por tener unas
fuentes históricas numerosas. Comienza con la peste del 1400. Esta peste fue tan mortífera, que las Cortes de ese
año, celebradas en Cantalapiedra, permitieron a las viudas contraer matrimonio
en el primer año de la viudez.
De las grandes
lluvias del 1402-1403, no cabe inferir noticia cierta, pero sí en
Valladolid, pues por privilegio de febrero de 1405 dado por Enrique III, se
hacía merced para reparo de la cerca y el puente.
En el 1414
se recrudece la peste en Salamanca debido a la sequía. En 1418 se produce una
falta de pan que dura tres o cuatro años. En 1422, riada en Salamanca, con
daños en el Convento de los Monjes Benitos.
En 1433
nevó durante cuarenta días seguidos, especialmente en febrero. Por
"En
todos estos días nunca cesó agua o nieves”.
Puig cita a Barrantes, que da como período de lluvias en
Castilla desde Todos los Santos hasta el 25 de marzo, con grandes destrozos,
especialmente en la Tierra
de Campos. Un hambre general se siguió por haberse perdido las cosechas a
consecuencia del exceso de agua. Conocemos también de los destrozos en este año
en Valladolid y Medina del Campo, porque obligaron a Juan II a abandonar las
obras de canalización del Zapardiel.
En 1443 hubo mucha hambre.
La ermita del Castillo en Pereña de la Ribera, lugar simbólico y de romerías como Laverde en Aldeadávila de la Ribera, ambos besando las aguas del DUERO.
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