Cine en las Arribes del Duero

Cine en las Arribes del Duero
Doctor Zhivago, La Cabina, Del Pirineo al Duero...

Mapa de La Ribera del Duero en 1641, durante la invasión portuguesa

Cascada del Remolino. ARRIBES DEL DUERO

viernes, 29 de mayo de 2015

LA VENGANZA- parte V: un cuento de CONTRABANDISTAS

La tradición CONTRABANDISTA en SALAMANCA, Aldeadávila de la Ribera, La Fregeneda, Cerezal de Peñahorcada...una tradición antigua rescatada por nuestra escritora MATILDE CHERNER Y HERNÁNDEZ.

V
“On dit qu’alors, dans son delire
Ella parla d’amour, d’enfer et de trépas,
El que l’aurore qui vint luire
Ne le retrouva pas! “  (J. FAVRE)
Aquel malhadado dia fue para las dos infelices mujeres uno de los mas tristes y dolorosos.
La güelica lloraba, juraba, maldecia la hora en que Dios habia llevado á sí á María la Blanca, y aterrada ante la idea de ir en los dias de la vejez mendigando un asilo de puerta en puerta Caía en una especie de estravío que tenía todas las apariencias de enajenacion mental.
Rosalba por el contrario aparecía serena, aunque abismada en una silenciosa y profunda meditacion.
Sus ojos fijos distraidamente en el espacio parecían esforzarse en penetrar el denso velo que nos separa del mundo de los espíritus, y sus manos cruzadas tranquilamente sobre el pecho tenian toda la inmovilidad de una estatua.
El ligero soplo que agitaba sus encendidos labios era ténue y acompasado como el rumor del céfiro entre las hojas, y su frente morena y reluciente como el bronce bruñido se cubria por intérvalos de una ligera y encendida nube de fuego.
Al ver el abatimiento de la güelica, Rosalba salió aceleradamente, volviendo al poco rato con una bebida compuesta por la mujer del mariscal, y que según decian, era cosa milagrosa para el histérico[1].
-         ¡Señor! ¡Señor! ¿á dónde iré yo? Esclamaba desconsolada la pobre anciana.
-         ¿Y yo? Repetia maquinalmente Rosalba: ¿á dónde iré yo?
Y sus ojos brillaban entonces con una luz siniestra que prestaba á su semblante una espresion feroz y amenazadora.
La noche llegó lóbrega y triste como el corazon que ha perdido la última esperanza.


Los callejones desconocidos de Aldeadávila, Salamanca
Liborio volvió á la media noche un tanto sombrío é impertinente, notándose en sus escasas é insolentes palabras el entorpecimiento del que ha bebido mas que lo que le permiten sus fuerzas.
Amedrentada por la amenaza que Liborio habia hecho al señor cura, la güelica no se atrevió á dirigir á su hijo mas que algunas palabras temblorosas, sirviéndole en silencio la cena, que á pesar de su embriaguez devoraba con apetito brutal.
Despues de haber bebido de nuevo, Liborio tomó un velon reluciente como el oro, y subió la escalerilla del piso principal, tropezando á cada escalon en ambas paredes y amenizando la subida con numerosas y picantes interjecciones.alabras temblorosas, sirviebido mas que lo que le permiten sus fuerzas.
Un cuarto de hora despues las dos mujeres, creyendo ver fantasmas en su propia sombra, subieron de puntillas la escalera.
Liborio completamente vestido roncaba como un liron, tendido sobre el lecho nupcial.
Siempre de puntillas bajaron entonces á la salita, y cerrando cuidadosamente la puerta se abrazaron, llorando como dos palomas heridas por el mismo dardo.
-Hija, balbuceó la güelica, vamos antes de recogernos á rezar el escapulario á la Virgen del Cármen para que nos ilumine, porque tengo para mí, pobre pecadora, que voy á perder la cabeza antes de muchas horas.
Y la güelica sacó de su arcon un pedacito del cirio que habia llevado á la parroquia el Jueves Santo, y colocándole en un antiguo candelabro de bronce, heredado de padres á hijos y que no salia mas que cuando daban el Viático en la familia, le encendió con la mayor devocion ante una polvorosa estampa de la Vírgen del cármen que Liborio le habia traido, siendo niño, de la Fregeneda, y se puso á rezar el escapulario con esa fe que todo lo ensalza y todo lo santifica.
Rosalba equivocaba el rezo á cada palabra, empezando dos ó tres veces el mismo Pater noster.

A pesar de la escitacion de su espíritu la güelica empezó a bostezar y á dar cabezadas atacada de una fuerte somnolencia.
Liborio volvió á la media noche un tanto sombrío é impertinente, notándose en sus escasas é insolentes palabras el entorpecimiento del que ha bebido mas que lo que le permiten sus fuerzas.
Amedrentada por la amenaza que Liborio habia hecho al señor cura, la güelica no se atrevió á dirigir á su hijo mas que algunas palabras temblorosas, sirviéndole en silencio la cena, que á pesar de su embriaguez devoraba con apetito brutal.
Despues de haber bebido de nuevo, Liborio tomó un velon reluciente como el oro, y subió la escalerilla del piso principal, tropezando á cada escalon en ambas paredes y amenizando la subida con numerosas y picantes interjecciones.alabras temblorosas, sirviebido mas que lo que le permiten sus fuerzas.
Un cuarto de hora despues las dos mujeres, creyendo ver fantasmas en su propia sombra, subieron de puntillas la escalera.
Liborio completamente vestido roncaba como un liron, tendido sobre el lecho nupcial.
Siempre de puntillas bajaron entonces á la salita, y cerrando cuidadosamente la puerta se abrazaron, llorando como dos palomas heridas por el mismo dardo.
-Hija, balbuceó la güelica, vamos antes de recogernos á rezar el escapulario á la Virgen del Cármen para que nos ilumine, porque tengo para mí, pobre pecadora, que voy á perder la cabeza antes de muchas horas.
Y la güelica sacó de su arcon un pedacito del cirio que habia llevado á la parroquia el Jueves Santo, y colocándole en un antiguo candelabro de bronce, heredado de padres á hijos y que no salia mas que cuando daban el Viático en la familia, le encendió con la mayor devocion ante una polvorosa estampa de la Vírgen del cármen que Liborio le habia traido, siendo niño, de la Fregeneda, y se puso á rezar el escapulario con esa fe que todo lo ensalza y todo lo santifica.
Rosalba equivocaba el rezo á cada palabra, empezando dos ó tres veces el mismo Pater noster.
A pesar de la escitacion de su espíritu la güelica empezó a bostezar y á dar cabezadas atacada de una fuerte somnolencia.
Abuela, dijo Rosalba, procurando sofocar la emocion que agitaba sus encendidos labios: váyase vuesa merced á la cama, que harto cansada estará de llorar y cavilar todo el dia.
La güelica, que rara vez se dejaba tentar del sueño, comprendió y con razon que aquel adormecimiento era el efecto del antehistérico[1], y á fin de pasar la noche sin penas ni fatigas tomó de nuevo la medicina y se acostó, recomendando á Rosalba que estuviese con cuidado para despertarla de madrugada, cuidando tambien de apagar el cirio para que no ocurriese una desgracia.
Rosalba se arrodilló de nuevo ante la imágen de la Vírgen, y sus labios se movian acompasadamente como si rezase; pero su espíritu se perdia en las mas terribles y sombrías alucinaciones.


Luego que vió a la güelica profundamente dormida, Rosalba se levantó encendida y calenturienta como una febricitante, y se arrodilló silenciosamente al pie de su lecho, besando repetidas veces la orla de la sobrecama y llevándose las dos manos al corazon, que parecia salírsele del pecho.
Luego se dirigió á la cuna donde las dos niñas dormian tranquilas y risueñas como dos ángeles.
Rosalba se arrodilló tambien al pie de la cuna, y estendiendo las manos sobre las rubias cabecitas murmuró algunas palabras con voz imperceptible, dejando correr sus lágrimas hasta entonces trabajosamente comprimidas.
Aquella despedida parecia ser para Rosalba la mas dolorosa prueba. La desgraciada jóven, agitada por una terrible convulsion, se mordia los labios, se mesaba los cabellos y estendía de nuevo sus manos sobre la cuna como si le faltara el valor.
Liborio roncaba tranquilamente sobre su lecho, soñando tal vez con la dicha que le brindaba de nuevo su dorada copa.
Segura ya de que su dichoso burlador no podia oirla, Rosalba furiosa como un tigre, animada únicamente por el deseo de lavar en la sangre del seductor las repetidas infamias con que habia pagado su cariño, se lanzó trémula y delirante hácia la alcoba, sin cuidarse siquiera de cerrar la puerta de la saleta, que habia dejado abierta de par en par.
A la mañana siguiente la güelica que á despecho de la accion calmante del antehistérico, se despertaba siempre con el alba, vió con espanto que la cama de Rosalba permanecia intacta, y que la moza se habia ya cansado de dar vueltas por la casa y por el corral sin que le fuera posible dar con ella.
Aunque segura de que Rosalba no se hubiera atrevido en manera alguna á traspasar los umbrales de la habitacion de su hijo, y mucho menos en tales dias, la pobre madre subió la escalerilla nublados los ojos y agitado el corazon por un doloroso presentimiento.
Al llegar á la puerta de la sala que encontró abierta de par en par, la güelica percibió distintamente un tristísimo y prolongado gemido.
Pálida y aterrada la pobre anciana, ganó de un salto la puerta de la alcoba, lanzando un grito desgarrador que resonó con la velocidad del rayo en las solitarias calles de la aldea.
Liborio yacia sobre su lecho bárbaramente degollado, y Rosalba herida mortalmente en el cuello, luchaba revolcándose en un rio de sangre con las convulsiones de la agonía.
En el momento supremo, su debilidad de mujer la habia hecho traicion, la mano habia vacilado, y aunque muy pocos le quedaban todavía algunos instantes de vida.
La desventurada güelica supo entonces de boca de la moribunda que Liborio era el infame seductor que habia envenenado la vida de aquella desgraciada, y abrazándose con delirio al mutilado cadáver de su hijo, tornaba todavía los ojos hácia la infeliz que desconfiando de la justicia de Dios, habia ejercido por sí misma tan horrible venganza.
Cuando los vecinos atraidos por los gritos de la desconsolada madre, lograron penetrar en la estancia, Rosalba habia espirado ya, rogando encarecidamente á los que la escuchaban que hiciesen colocar su cadáver a lado de su víctima” .
FIN
La historia, como tantas otras de aquellos años en las Arribes salmantinas, tiene un final de muerte y de tragedia. Matilde Cherner, gran inspiradora de esta novela corta, sino su escritora, desconociendo su propio final, anticipa su propio suicidio, y también por amor.
¿Se trata de una autobiografía del desamor de Matilde Cherner? 




[1] Preparado medicinal similar a los tranquilizantes actuales.


[1] Una nueva faceta de la superstición popular en nuestros pueblos de Las Arribes.

martes, 26 de mayo de 2015

LA VENGANZA- parte IV- Un cuento de Contrabandistas de LAS ARRIBES DEL DUERO

IV
“Todos duermen, corazon,
Todos duermen y vos non”
(CANCIONERO GENERAL)

La Verde, salto de Aldeadávila en 1924. Excursión de las alumnas de la Escuela de La Zarza de Pumareda. Duente: Zarzadepumareda.es- El Baúl de fotos antiguas. 

Durante los primeros dias de la llegada de Liborio, la posicion de Rosalba era de las mas difíciles y peligrosas para una mujer de veintidos años, y una mujer que como nuestra heroína no habia conocido nunca freno á sus violentas é indomables pasiones.
Seguro estaba Liborio de que aquella mujer no era otra que la misma Rosalba, Rosalba enamorada como nunca, con sus encendidos labios, con sus negras pupilas en cuya voluptuosa languidez se revelaba todo un mundo de sentimiento.
Segura estaba tambien Rosalba de que los ojos de Liborio estaban casi siempre fijos distraidamente en los suyos y sin embargo cinco dias habian pasado ya y ni una sola palabra se habia cruzado entre los que según la prediccion de los familiares debian unirse para siempre con indisoluble lazo.
Por fin, María vió con alegría que su Liborio empezaba á cambiar algunas frases con la muchacha, y como el trato engendra cariño, y que Rosalba al decir de la vieja “era buena como el buen pan”, á los pocos dias, la güelica y los dos jóvenes hacian ya conversacion comun aunque observando siempre ambos la mas prudente y estudiada reserva.
Pero á medida que los dias pasaban, Rosalba aunque al parecer contenta y encariñada visiblemente con las niñas, se iba tornando ligeramente pálida y sus hermosos ojos estaban casi siempre fijos en las tostadas y atrevidas facciones de Liborio.
Aprovechándose de las cortas ausencias de la güelica los dos jóvenes habian espontáneamente reanudado sus relaciones amorosas, y Rosalba sencilla é inocente como todos los corazones enamorados, olvidándose por completo de las ofensas de otros dias, llegó á creer de buena fe que apenas las campanas del lugar doblasen para el cabo de año de María la Blanca, tocarían á boda para que según la prediccion de los familiares ocupase la silla que habia dejado vacante la malograda esposa.
¡ Infeliz de la hija que ve ponerse el sol á los veinte años sin que vele su casto lecho la sombra protectora de una madre ¡ Infeliz de la que no ha visto nunca contrariados sus caprichos, y que como la azucena silvestre que brota en las veredas de los campos, , abre sus pétalos á los besis del céfiro y á las caricias de la olvidadiza mariposa ¡
Liborio temiendo siempre que el entusiasmo de Rosalba concluyese por hacerle traicion dejando traslucir en la aldea su misterioso amor, no cesaba de recomendarla el secreto mas absoluto hasta que llegase la hora, pues según decia: “la güelica habia jurado de antemano un odio eterno á la que se atreviese á llamarse madre de sus inocentes y hermosas nietecitas.
-         ¡ Bah ¡ contestaba siempre Rosalba con una coquetería encantadora: ¡ Tu madre ¡ ¡ Tu madre, Liborio, que me quiere como á las niñas de sus ojos ¡
Pero Liborio balbuceaba algun otro suterfugio aun mas desprovisto de sentido que el anterior y concluia por arrugar el entrecejo, fijando en la atribulada jóven sus profundas y amenazadoras miradas.
Y Rosalba devorada por aquel amor que herbia dentro del pecho como un inmenso cráter, pasábase las noches enteras sin dormir, llorando y suspirando con gran asombro de la güelica que pugnaba en vano por arrancarla su peligroso secreto.
Aunque preocupada por la idea que subyugaba su alma, Rosalba empezó á notar que la güelica se pasaba tambien las noches sin cerrar los ojos, y que su semblante espresaba de vez en cuando una punzante y dolorosa inquietud.
“ –Abuela, dijo cariñosamente Rosalba una de las muchas noches en que la pobre mujer tosia con mas frecuencia que de costumbre, ¿qué penas son las que le quitan el sueño á vuesa merced?
-         ¡Penas! Respondió tristemente la güelica, si las penas son las que desvelan á las criaturas, muchas son, hija mia, las que te atormentan el corazon.
-         ¿A mí? Esclamó Rosalba fingiendo serenidad á favor de las tinieblas.
-         Sí, hija mia, porque hace ya mas de dos meses que te siento pasar las noches en vilo, y hasta juraria que mas de cuatro veces te oigo llorar y suspirar, que parece como que me partes el alma.
Rosalba sintió que su frente se cubria de una nube de fuego, y haciendo un esfuerzo sobre sí misma murmuró con voz entrecortada:
-         “Sueños…sueños…que!
-         Bien hija mia…bien…yo no pretendo obligarte ahora á que me reveles la pena que te desvela, que cuando tú me la callas sabiendo lo que te quiero…pero no puedo ocultarte ya por mas tiempo esta zozobra que me roe el corazon como una culebra…El enemigo malo está conmigo.
-         “¡Abuela! balbuceó Rosalba estendiendo su mano hasta encontrar la de la güelica…hable vuesa merced que parece ya como que no se me llega la ropa al cuerpo.
¡ Sí, hija mía! En medio de todos los traspieses de la mocedad, y á pesar de que la vida del contrabando apaga todos los recuerdos de la casa, Liborio habia conservado vivo el cariño  hácia la pobre güelica; pues bien, hace ya muchos días que mi hijo se ha tornado para conmigo brusco, reservado y … qué sé yo, hasta se me figura que huye de mí como si estuviese fraguando alguna trama diabólica,… el otro dia le hablaba yo de lo mucho que quieres á mis pobres nietecitas, y de la vuelta que has dado á la casa, y despues de contestarme una ó dos palabras estraidas de esas que no dicen ni sí ni no, se quedó callado por mas de un cuarto de hora, y parecia que las niñas de los ojos se le tornaban hácia adentro, como dice el señor cura de Aldea Dávila que se les tornaban á los monederos falsos … ¡ay Rosalba! Y qué bien te decía yo esta mañana cuando se rompió el espejillo de María la Blanca, que alguna desgracia nos anda rondando muy de cerca[1].
-         “Pero abuela, respondió Rosalba vivamente afectada, yo no veo que porque Liborio ande pensativo, haya de sucederle á vuestra merced ninguna desgracia”.
Y Rosalba impresionada con la idea de que la preocupacion de Liborio provenia únicamente de su amor, pasó una gran parte de la noche consolando y animando á la afligida anciana, y concluyó por dormirse tranquilamente soñando con verse ya en posesion de la codiciada silla de María la Blanca que le habian pronosticado los familiares.
A pesar de la dulce influencia que ejercian en su ánimo las cariñosas palabras de Rosalba, la güelica continuó suspirando hasta el nuevo dia, segura de que la reserva de su hijo encerraba para ella una dolorosa significacion.
Para que la alucinacion de Rosalba fuese completa, Liborio al parecer cada vez mas enamorado, salió para la Fregeneda á donde según decia iban á concertarse algunas cuadrillas, prometiéndola traerle á su vuelta un alegre y abigarrado traje de indiana portuguesa.
El galan volvió en efecto trayendo cargado el macho con un enorme fardo de indianas, cuties y muselinas inglesas de contrabando,[1] con gran alborozo de Rosalba que veia en aquellas compras los aprestos para la boda.
La güelica que leía con ojos de madre en el corazon de su hijo, no veía las indianas, ni los cutíes sino aquella mirada sombría que esquivaba la suya, y en cuyo profundo rayo creia vislumbrar la pobre anciana fatídicos pronósticos.
A la mañana siguiente muy temprano Liborio montó de nuevo en el macho llevándose con gran asombro de su madre las mejores telas y encargándoles que le aguardasen porque volveria tarde.
La güelica aunque desconcertada por aquel aspecto glacial abrazó á su hijo y se asomó á la puerta para verle partir.
Cuando el ginete y el caballo desaparecieron al traves de los olivares, la pobre mujer envió a Rosalba al campo con las niñas y comenzó á llorar silenciosamente oculta en el fondo de la cocina.
Rosalba llevaba de la mano á María que era la mayorcita, estrechando contra su pecho á la menor que amamantaba cuidadosamente con la cabra.
Segura de que Liborio se habia llevado las indianas para que le hiciesen las vistas[1], la enamorada jóven atravesaba los olivares cantando alegremente como la alhondra y sintiendo ya escrúpulos de conciencia por no haber revelado todavía su secreto á la pobre güelica que la queria como á las niñas de sus ojos.
Al volver á casa Rosalba encontró á la pobre mujer llorando amargamente y mesándose los cabellos con el mayor desconsuelo.
-         ¡Hija de mi alma! Esclamó abarcando con sus delgados brazos á Rosalba y á las dos nietecitas, ¿no te decia yo que el enemigo malo estaba conmigo? ¡Dios mío! ¡Qué será de mi!
Rosalba atemorizada no acertaba á preguntarla la causa de aquella desesperacion.
-         ¡Se casa! ¡se casa! Esclamaba la güelica sollozando, y se casa con una hiena, con una infame que matará mis nietecitas á mano airada…¡ay! ¿por qué el Señor no me habrá llevado á mí en lugar de María?
-         ¡Se casa! Repitió Rosalba estrechando convulsivamente las manos de la desconsolada madre: ¿y quién se casa?
-         ¡Mi hijo! ¡mi Liborio! respondió la güelica con voz entrecortada, y se casa con la mujer mas feroz y desalmada que se encuentra en veinte leguas á la redonda. ¡Ah! El espejillo, el espejillo de María la Blanca. ¡Pobre María!
Rosalba exhaló un ligero grito y se llevó las manos al corazon como si se sintiera herida de muerte.
Luego se pasó la mano por la frente cubierta de sudor, y reponiéndose al instante de su sorpresa, rogó cariñosamente á la güelica la refiriese todos los pormenores de aquel misterioso drama.
Entonces supo de boca de la infeliz Maria, que el señor cura se le habia presentado pocos momentos antes para notificarla que su hijo iba dentro de dos dias á casarse con una buena moza muy conocida en la Fregeneda, y que tenia órden del mismo Liborio para recomendarla que buscase donde vivir, porque la moza era mujer lo mismo para un barrido que para un fregado y que le estorbaban las moscas.
Rosalba miró á la güelica como quien ve visiones.
¡Pero no es eso solo hija de mi alma! Añadió la pobre anciana dejando caer la cabeza sobre el pecho de Rosalba, sino que el infame ha tenido valor para decir al señor cura que es preciso que yo lo ignore hasta pasado mañana, y que tiemble por su sotana, si esta noche le decimos á su vuelta una sola palabra.
Rosalba quiso hablar, pero la cólera sofocó la voz en su garganta, y estrechando convulsivamente las manos de la güelica lanzó un rugido espantoso que hizo temblar sobre sus cimientos las débiles paredes del caserío.

Picón del Tío Felipe y Salto del Gitano en 1906

* Puedes leer las partes anteriores del CUENTO: "LA VENGANZA":







[1] Nota de la autora:“Vistas”: los trajes que el novio envia á su futura la víspera de la boda”.



[1] “Muselina”:tela de algodón, seda, lana, étc.fina y poco tupida. Diccionario RAE.
“Cutí”: tela de lienzo rayado o con otros dibujos que se usa comúnmente para cubiertas de colchones. Idem, RAE.
“Indiana”: tela de lino o algodón, o mezcla de uno y otro, pintada por un solo lado. RAE.



[1] La anciana “María la güelica” muestra aquí una profunda superstición, muy acendrada en aquellos años de la primera mitad del s.XIX.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Visita del primer teniente de alcalde LOS ANGELES (USA)

Coincidiendo con la filmación para la Metro-Goldwyn Meyer por David Lean de la superproducción "Doctor Zhivago" en la segunda mitad del mes de hulio y agosto de 1965, el primer teniente de alcalde de la ciudad de LOS ANGELES visita Madrid y la Central de Aldeadávila de la Ribera.

La noticia dice así, en la Hoja del Lunes de Madrid, 16 de agosto de 1965:

"J.M. Quinn, primer teniente de alcalde de la ciudad de Los Angeles, acaba de llegar a Madrid procedente de Roma, para visitar la central eléctrica de Aldeadávila (Salamanca), considerada como la mayor en su género de cuantas existen en Europa occidental.

El señor Quinn viene al frente de una comisión norteamericana, en la que figuran J.D. Pootter y T. Bradley, ambos concejales de la ciudad de Los Ángeles; M. O. Freedman, perteneciente al departamento de agua y electricidad de aquella ciudad; E. L. Kanouse, ingeniero jefe adjunto de dicho departamento, y W. E. Gould, vicepresidente de la Southern California Edison.

El grupo va recorriendo Europa para estudiar las más importantes instalaciones eléctricas y sistemas de transporte, con miras a su posible adaptación a la populosa ciudad de la costa del Pacífico."

Vaya vida más placentera.











domingo, 17 de mayo de 2015

Doctor ZHIVAGO (1965): los personajes en la Presa de ALDEADÁVILA

El comienzo, y el final del rodaje del premiado filme DOCTOR ZHIVAGO fue rodada en la Presa de Aldeadávila, en el mes de julio de 1965, con un equipo artístico y técnico fundamentalmente británico. Según cuenta RITA TUSHINGHAM en su homepage, duraron exactamente 6 semanas entre los preparativos y el rodaje propiamente dicho.

No había residencias ni espacio suficiente para albergar al equipo de rodaje completo, únicamente el PARADOR DE LAVERDE, que acababa de reconstruir Ia empresa Iberduero. Esta es una de las razones por la que no pudo acercarse hasta aquí todo el enorme equipo de filmación de una superproducción como ésta.

DAVID LEAN venía de recibir el oscar por "Puente sobre el río Kwai" (The bridge on river Kwai), en la que tuvo un papel destacado el también inglés sir ALEC GUINNESS.




El director artístico de esta superproducción, su mano derecha due el también inglés Terence Marsh, ayudante de John Hyatt Box, que aparece en algunas páginas como John Caja, y que estaba muy cerca de Lean en todas las escenas de rodaje:



Terence Marsh detras de las cámaras, durante el rodaje en los Campos de Soria (Gómara)

Terence Marsh a la izquierda observando la filmación, y David Lean en el centro, durante el rodaje de las escenas finales en la Presa de Aldeadávila de la Ribera, de Iberdrola. SALAMANCA.

David Lean era minucioso, y quería conocer todos los detalles del rodaje, la escenografía, los posibles planos, aprovechar al máximo el escenario y sus posibilidades, por eso se subió a las plataformas de las compuertas de aliviadero de la Presa de Aldeadávila durante la noche, a 130 metros sobre el vacío del Duero, también le acompañó John Box, y el resto del equipo de filmación:



Esta toma fue hecha por Freddie Francis, desde la coronación de la Presa.

El resultado de la toma es éste:





David Lean y John Hyatt Box se acercaron a esta frontera portuguesa en su impresionante coche, por supuesto también inglés y negro, como los "London cabs"



El propio coche de DAVID LEAN protagonista de "Doctor Zhivago" en las escenas iniciales del filme, junto a estos extras locales del pueblo de Aldeadávila de la Ribera.





Y en las escenas finales con Rita Tusingham, por supuesto británica también.

El gran protagonista del rodaje en SALAMANCA fue sir ALEC GUINNESS que se había ganado el aprecio de la gran pantalla en "Puente sobre el río Kwai"


Retrato oficial de ALEC GUINNESS como General Yevgraf, para la presentación de DCOTOR ZHIVAGO ante el público de LONDRES.



Los dos amigos y compatriotas, relajados durante un descanso del rodaje.

En aquellos días de finales de julio 1965, hubo tiempo para el descanso, y la contemplación de la naturaleza de las Arribes y el vuelo de las águilas. Estos días del rodaje se tomaron con bastante relajo:




Vemos en esta foto original a una jovencísima Rita Tushingham, que contaba entonces 23 años, y rodaba películas inglesas, con el típico look inglés de aquellos años, películas como: "A taste of honey", "The knack..and how to get it"...





En la película "A taste of honey" (1964), RITA TUSHINGHAM ya luce el pañuelo en la cabeza, que volvería a cololcarse en Soctor Zhivago, a pesar que a ella no le gustara mucho este look. Con la música de los británicos "The Mersey sound" y "The Beatles"

Rita habla muy bien de su participación en Doctor Zhivago, ha sido a fin de cuentas su principal papel, y con el director más importante del reino Unido. Para comenzar, David Lean le hizo desfilar a Rita toda la noche por la coronación de la Presa de Aldeadávila, como a los extras particularísimos de este precioso pueblo de Aldeadávila:







Un poco cansada, mira al director David Lean, que permanece incansable en la caseta de los facultativos de la obra de áridos de la Presa, en el lado portugués:







La website oficial de Rita es ésta:

RITA Homepage

"Doctor Zhivago es una superproducción, y trabajé en ella durante 6 semanas, y recuerdo que me pagaban 2000 libras esterlinas por semana, que es la mayor paga que yo haya recibido jamás, pero lo que más me gustó (del rodaje) fue que dramaticé casi todas mis esneas frente por frente con Alec Guinness. 

Cuando yo trabajaba entre bastidores en la Liverpool Rep., solía soñar con el día en que pudiera disfrutar en la misma actuación con Mr. Guinness, y hala, allí estaba trabajando con él: esto era suficiente como para volverme trastornada".










El novio de Tonya Komarova, otro trabajador de la central rusa, David es otro actor británico GERHARD HERSCH al que se le dió una brillantísima oportunidad. David Lean haciendo patria por su querida Gran Bretaña:



Bajando por las escaleras de la caseta de áridos de la Presa de Aldeadávila, que representaba en la ficción el despacho del ingeniero ruso. En esta caseta el general Yevgraf le enseña a Tonya el libro de poemas "LARA" que dedicó su padre Dr. Zhivago a su madre. GUINNESS observa a Rita, mientras abandona la oficina con su novio David. Yevgraf se pregunta cuánto se ha creído su propia historia sobre Yuri y Lara.

GERHARD únicamente tiene un diálogo con GUINNESS en la que le dice que TONYA sabe tocar la balalaika; nadie le enseñó, aprendió a tocarla sóla. ¡Entonces es un don! se contesta como a sí mismo el general, recordando la habilidad de su hermano. Pero Tonya, regresando a su trabajo ya no le escucha.

"Muchas de las apariciones de RITA TUSHINGHAM en películas y TV están unidas por el mismo hilo conductor: sus pintas desaliñadas!. Ella aparece frecuentemente en papeles de mujer trabajadora, con vestuarios de limpieza usados. RITA comenta, a partes iguales con humor, y algo enfadada que "incluso en superproducciones como DOCTOR ZHIVAGO, todo lo que llevaba puesto era un buzo de trabajadora y un par de botas Wellingtons".



El actor que hace de ingeniero de la central rusa, es el actor inglés de segunda fila MARK EDEN, quien también habla de aquellos emocionantes días en Aldeadávila en sus memorias: WHO IS GOING TO LOOK AT YOU?



Recientemente Mark Eden ha publicado sus memorias, en las que destaca su relación personal con el mítico Alec Guinness. El libro se titula:

Who is going to look at you?

En el prólogo cuenta el porqué de la elección de este curioso título, como homenaje a su madre, fue la pregunta que ella le lanzó cuando Mark le dijo que quería ser actor.


"En Madrid...la sesión de flamenco... estaba siendo interpretada por algunos bailarines españoles famosos, y nos informaron, que era cierto -no era para turistas cualquiera- era estrictamente para buenos aficionados, así que aceptamos la invitación.

Era un local pequeño con un centenar de personas, me parece, y estaba a tope. Allí estaban dos guitarristas de flamenco maravillosos, que también cantaban, y los bailarines eran extraordinarios; pero, después de un rato, para nuestros ojos inexpertos, todo se volvió bastante repetitivo. Una pareja de bailarines podía terminar su actuación y sentarse, otra pareja se levantaba y actuaba igual (nos lo parecía a nosotros): los mismos giros, el mismo cuadro, los taconeos, todo igual que la pareja precedente, y aparentemente el mismo acompañamiento musical. Naturalmente, esto no era así. Hay muchas variaciones sutiles, matices en los movimientos, en los pasos del zapateado, lo que nosotros, siendo extranjeros, no éramos capaces de apreciar.


Fue aquí que Tom -Courtenay- y yo comenzamos a discutir, en voz baja, mientras los bailarines estaban en su actuación. enseguida un hombre se nos acercó, y hablándonos en inglés, nos informó cortesmente que si nosotros queríamos continuar con nuestra conversación, tuviésemos la educación de esperar al final de la actuación. Bastante escarmentados, permanecimos durante la segunda parte del espectáculo en silencio.


Después, ambos nos disculpamos ante ALEC -GUINNESS, quien, yo lo puede apreciar, se sentía avergonzado por el episodio. El no dió importancia, con esa sonrisa tímida, y dijo: "los españoles se toman el flamenco muy en serio, me parece".

Pasadas tres semanas de mi llegada a MADRID, toda la unidad de filmación al completo se trasladó a Salamanca, cerca de la frontera con Portugal, para filmar todas las escenas de la enorme Presa de Aldeadávila.

Era aquí donde ALEC GUINNESS y yo teníamos que interpretar nuestras escenas en la oficina del Ingeniero. Por eso estábamos en ella precisamente, ALEC, RITA TUSHINGHAM y yo, cada uno cómodamente instalados en su grande y lujosa caravana.


Una mañana Alec y yo estábamos esperando para rodar una escena, de pies mirando por la ventana de mi oficina, observando hacia abajo los centenares de trabajadores, hombres y mujeres, llegando a su trabajo en la Presa. Era un día de un calor abrasador; y mientras estábamos sentados cómodamente en la sombra, suministrados con bebidas frías, allí estaban dos o tres centenares de extras españoles, vestidos al estilo de campesinos rusos, de pie bajo el sol abrasador, esperando a filmar las escenas entrando a trabajar a la Presa.

Les pagaban 3 libras esterlinas al día, además de la comida, lo que no era mucho dinero, incluso en 1964, pero aparentemente, no les faltaban candidatos para este trabajo de extras.

Mientras estábamos sentados conversando, ALEC de repente, se puso de pie y se acercó a una multitud de extras que estaba directamente frente a nosotros más cerca, le habó a una joven pesadamente embarazada, la trajo de vuelta hacia donde estábamos sentados nosotros, en la sombra, la hizo sentar en su propia silla, entonces se volvió hacia un asistente y le dijo: " ¿le importaría acercarme una silla?" Después añadió: "Y una bebida fría para la señorita". Ella estuvo sentada con nosotros unos 20 minutos, me parece, obviamente muy agradecida de sentarse alejada del sol, pero un poco tensa y confundida. Cuando por fin llegó la llamada "Preparados" ALEC se puso de pie, la ayudó a incorporarse de la silla, y observó cómo ella se unía a las otras extras y, con en un pequeño movimiento despareció.






Cuando se hizo el montaje del filme DOCTOR ZHIVAGO en 1965, la escena que yo tenía con ALEC GUINNESS al final de la película, fue cortada, dejándome a mí con una única escena. Yo no estaba muy de acuerdo con esto. Yo había trabajado mucho en ella, y escasamente conseguí conocer a uno de los grandes actores de todos los tiempos, y esto fue suficiente premio para mí.

Guardado entre mis recuerdos más apreciados está un envoltorio que contiene dos entradas para una corrida de toros en Las Ventas, en Madrid, y una nota manuscrita en una de sus trajetas de ALEC GUINNESS, disculpándose por no poder acompañarme a la corrida de toros (que él había preparado), diciéndome que dispusiera de la entradas como quisiera, y firmado sencillamente: "ALEC". 

Cuando ALEC GUINNESS falleció en el año 2000, a la edad de 86 años, nosotros perdimos a uno de los últimos actores "gentlemen".



Y esos maravillosos extras que fueron llamados a voz pública en los pueblos de Las Arribes, Aldeadávila de la Ribera, La Zarza de Pumareda, trabajadores de la Presa -que llevaba cuatro años en funcionamiento- y algún que otro Guardia Civil. Dieron mucho trabajo a David Lean, porque eran muy indisciplinados, y no se limitaban a desfilar por la coronación de la Presa, sino que estuvieron casi toda la noche haciendo saluditos a la cámara:




Inicio de la Película: extras del pueblo de Aldeadávila de la Ribera, y trabajadores de la propia central esperando en el túnel de la Central para comenzar a desfilar -idea tomada por el propio David Lean de "Puente sobre el río Kwai"-. Fuente: TCM, "Moscow in Madrid".

Famosos entre estos extras de la tierra fueron Ángel, el alemán de Villavieja de Yeltes. También actúo, o mejor dicho desfiló Higinio Olivera, que afirma que contrataron 800 extras para aquella noche...



















 La Sra. Maruja Prieto, la encargada del correo en Aldeadávila durante muchos años.





Otra extra, del poblado del salto de Aldeadávila fue Ramonita Esteban Puga, que nos cuenta que participaron hasta 800 extras en este rodaje, el pueblo de Aldeadávila era un hervidero de noticias, de ganas de trabajar, de aquí para allá, la gente iba al salto a participar en el rodaje....


Josefa Hernández quien también participó en aquellas noches de rodaje, nos cuenta más anécdotas divertidas de la filmación:

Josefa Hernandez Sánchez: "Para grabar esta escena (salida del túnel en la presa) estuvimos dos noches grabando con sus respectivos descansos acción!!.!...roden!!....roden...!! ! 
No se conoce bien a la gente porque de vez en cuando pasaban con un cubo de polvos negros y nos ponían como !! un cristo!!!!


Tengo el vago recuerdo de que pagaban 300 pesetas por jornada. que era casi el doble de lo que ganaba un jornalero normal,sin especializar.

Los que estuvimos allí del pueblo no íbamos de extras, sino del montón;
los extras que rodeaban a la sobrina (Tonya) venían con el equipo de la película.
El tio militar -Yevgraf- estaba en una caseta prefabricada en la misma presa.


Del dinero que nos dieron.. Pues la verdad no me acuerdo...no tengo seguridad lo que si te puedo decir es que nos pareció bien y para nosotros eso fue una novedad y lo pasamos muy bien! "

Lista de operadores de cámara y servicios eléctricos en el rodaje de "Doctor Zhivago":




“La nieve cubre las veredas y se acumula en los tejados.
Para estirar las piernas, salgo. 
Te miro allí, desde la puerta.
Con abrigo de otoño, sola, 
sin el sombrero ni los zocos, 
combates contra la congoja
y mascas desleídos copos.
Se esfuman árboles y vallas en la distancia y en la neblina.
Mientras azota la nevada, estás tú sola en la esquina.
Desde tu pañoleta escurre agua que baja por las mangas; 
y sobre tu cabello fulge,
como el rocío de la mañana.
Un mechón rubio te ilumina y pone luz en los colores del dulce rostro, 
la mantilla, y el pequeño abrigo que te pones.
En tus pestañas se derrite la nieve. Tienes ojos tristes.
Pareces esculpida y hecha en una sola pieza, entera. 
Con una gubia bien templada
en antimonio, se ha grabado en lo más hondo de mi alma, de un solo trazo, tu retrato.

Ahí han quedado para siempre tus rasgos llenos de humildad.
Por eso digo: no me duele que el mundo actúe con crueldad.
Y se duplica, por lo mismo, la espesa noche hecha nieve.
Y entre los dos ya no se puede trazar un límite preciso.
Mas ¿quiénes, y de dónde, somos si de aquel tiempo sólo hay humo
de habladurías y nosotros no estamos más en este mundo?”